Marchan por renuncia de alcalde de Ocotlán

ALBERTO OSORIO MéNDEZ
OCOTLÁN, Jal., 9 de enero (apro).- Unas 4 mil personas paralizaron esta tarde el primer cuadro de la ciudad con una multitudinaria manifestación, donde exigieron la salida del alcalde Absalón García Ochoa, después que policías de su corporación asesinaran por la espalda al joven Luis Fernando López Alejandre el pasado primero de enero.
Al pedir también el cese de los uniformados que participaron en el hecho, señalaron que no bastaba con la renuncia de Filiberto Ortiz Amador -hace dos días--, quien fuera director de Seguridad Pública de ese municipio y personaje polémico después de acumular en 2008 más de medio centenar de quejas ante la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH) por abusos policíacos.
La marcha fue encabezada por el padre de Fernando López, quien también lleva el mismo nombre. Él emitió un mensaje al llegar a la plaza principal, donde agradeció el apoyo a los presentes, que también provenían de otros lugares de la zona conocida como La Ciénega, de municipios como Jamay, La Barca y Poncitlán.
"Basta de vejaciones de la policía contra toda la población ocotlense, la que debe ser garante de la seguridad de todos nosotros, y no promover el terrorismo y la injusticia", acusó Fernando López padre.
Integrada en su mayoría por jóvenes estudiantes vestidos de blanco, la manifestación inició en silencio en la calle de Oxnard para concluir frente a palacio municipal, donde empezaron los gritos y consignas en contra de las autoridades de ese ayuntamiento.
En pancartas, los manifestantes exigían "Justicia, Luis Fernando López Alejandre", "Fuera Absalón", "Esa bala pudo ser para tu hijo", "Le quitaron la vida por la espalda" y "Absalón, tú también tienes responsabilidad moral por el asesinato".
López Alejandre, de 21 años, fue asesinado de un balazo por la espalda cuando circulaba en su camioneta -junto con un amigo-- en la carretera La Barca-Ocotlán.
Ellos regresaban a su casa luego de haber festejado el año nuevo, cuando una patrulla supuestamente les marcó el alto y, al no detenerse, los uniformados abrieron fuego contra ellos, sin embargo, el copiloto sobreviviente