Javier Solórzano
01 enero 2010
No se trata sólo de jugarle a los buenos deseos como parte del lugar común propio de estas fechas, se trata de que o cambiamos o el caos del 2009 se va a ver partir de hoy corregido y aumentado
No se trata sólo de jugarle a los buenos deseos como parte del lugar común propio de estas fechas, se trata de que o cambiamos o el caos del 2009 se va a ver partir de hoy corregido y aumentado.
Si los legisladores, particularmente los diputados, no entienden que tienen que llegar a acuerdos profundos e importantes que permitan dejar atrás el convencionalismo, que más bien en el fondo es un pretexto, de siempre quedarse con reformas posibles más que con las necesarias, el país seguirá tapando hoyos más que actuando de fondo. Actúan muchos de ellos como si fueran dueños de la verdad y les da por hablar en nombre del “pueblo”. Debiera ser un cambio de actitud y de mentalidad, evidentemente está en chino.
El Presidente tiene el poder que le da el cargo, pero va perdiendo el que da la calle. Ya está en la etapa en donde se le cree más fuera del país que al interior, como de hecho le pasó en Copenhague no sólo en las plenarias sino también en el muy interesante programa que produjo la BBC de Londres sobre cambio climático y medio ambiente. Lo preocupante para Calderón está siendo el descrédito. Propuesta que lanza termina tarde que temprano por ser rechazada. Ahora van que vuelan por el mismo camino los 10 puntos de la tímida reforma de Estado.
La Presidencia ha venido justificadamente acotándose, lo que no le debe pasar es que desde Los Pinos se hagan todavía más pequeños. En este año se deberá replantear la estrategia de seguridad. La Marina está supliendo no casualmente al Ejército en algunas tareas. Lo de Cuernavaca sigue siendo cuestionable, no tanto porque necesariamente se tuviera que ir con todo en contra del llamado Jefe de jefes, sino porque más que ir por la justicia fueron a ejecutarlo. El cuestionamiento no sólo tiene que ver con las formas, tiene ver con el fondo. ¿Se está ganando la batalla? ¿Han cambiado las cosas de hace tres años y un mes a la fecha? ¿Por qué se ataca a ciertos cárteles y se deja sueltos a otros? ¿Cómo es posible que no hayan dado todavía con El Chapo?
Otro actor central son y seguirán siendo los medios, particularmente la televisión. Seguimos bajo el régimen de las conveniencias. La Presidencia tuvo a la mano darle un giro positivo a la estructura de los medios. No lo hizo al igual que Salinas, Zedillo y Fox. No se han dado cuenta de que cambiar es a estas alturas una nueva forma de vivir. Bien sabemos que no van a cambiar, y aún menos cuando sus intereses ahora no sólo están en Los Pinos sino han aparecido como nunca antes en el Poder Legislativo.
Será un año de nuevo de dificultades mayores. No habrá lamentablemente un giro en la economía, seguimos siendo de la idea de que será la sociedad el gran actor del 2010. Más allá del lugar común nos viene bien a todos desearnos un buen año.
¡OUUUCHCHCH! Quería el rico empresario de Monterrey un fin de año a todo lo que da. Contrató al grupo Rebelde. Reunió familiares, amigos y algunos políticos depositando una cuantiosísima suma. Los muchachos “rebeldes”, que se asegura cantan, musitaron: “Venga nuestro año nuevo, aunque hayamos prometido lo que prometimos”.
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