Lunes, 24/May/10 00:53 Susana Rodríguez
• Basados en el encubrimiento de sus propuestas tratan de vender una falsa reforma laboral
• Hace falta crear conciencia con los legisladores para respetar un México con derechos fundamentales
Detrás de la iniciativa propuesta por el Partido Acción Nacional (PAN), para la reforma de la Ley federal del trabajo hay un atentado severo contra las clases trabajadoras, que con su mano de obra sostienen el rumbo de este país, para los logros que por años se persiguieron y mejorar las condiciones de trabajo, de autorizarse tal cual, como está ahora los primeros afectados serían precisamente los trabajadores y los sindicatos auténticos, comentó Margarita de la Cruz, integrante del Centro de Investigación Laboral y Apoyo Sindical (CILAS) de la ciudad de México, que participó en un taller organizado por el Colectivo Raíz.
Históricamente la ley del trabajo tiene un carácter “tutelar”, es decir busca proteger a quienes en verdad menos tienen o la parte más débil en la relación obrero patronal, es por eso que las disposiciones de la actual, están orientadas a favorecer el crecimiento y el avance del trabajador. Esto que alguna vez fue prioritario no está ya dentro del discurso oficial, donde en realidad esta nueva iniciativa quiere vender con planteamientos como la modernización del país, la generación de mayor cantidad de empleos, equidad en los centros de trabajo.
Sin embargo, los planteamientos antes mencionados dentro de la propia ley no tiene un sustento real, no se crean empleos con hacer esta reforma, no se moderniza la planta productiva con el hecho de hacer más flexible la mano de obra ya que en otros países este proceso de mejoría se ha dado a partir de implementar nuevas tecnologías, mejorar las condiciones de los trabajadores y tener más inversión en el proceso productivo. En México la renovación se ha querido endosar a los trabajadores al disminuir la planta de trabajadores y hacer más pesadas las cargas de trabajo e incluso dándoles salarios más bajos.
En concreto, esta ley busca modificar que las empresas tengan libertad para contratar y despedir sin cargos, eliminar las cargas a la productividad para basar los ascensos en la productividad y no en la antigüedad, “porque haces más, lo haces mejor, eres más puntual eso es lo único que te va a ir empujando a los ascensos, la antigüedad se va a quedar atrás”.
“Las autoridades y los diputados del PAN alegan que lo que se requiere en México para promover la creación de empleo y mejorar el nivel económico es quitarle obstáculos al capital y que los inversionistas tengan mayor libertad para llegar, invertir y que sus inversiones les rindan frutos”.
El mismo gobierno ha implementado ciertas medidas como la condonación de impuestos al inicio de la instalación de una empresa, la facilidad para realizar ciertos trámites, sin embargo esto no ha sido suficiente y ahora se plantea que hace falta permitir flexibilidad en el proceso de contratación y despido. En el aspecto de contratación se contempla que se diversifique y se usen de manera indiscriminadamente las formas existentes de contratación con lo que se desgasta la figura también lograda luego de una larga lucha, el trabajo estable.
Los juicios por despido injustificado tendrían un límite de seis meses para salarios caídos; estas son trabas para que el trabajador se desanime y no contemple la posibilidad de demandar a quien lo contrato, además quienes tengan tres años o menos en un trabajo al momento de hacer la demanda perderían su posibilidad de ser reinstalados. Buscan volver los horarios de trabajo “acomodables” con lo que eliminarían las jornadas laborales de ocho horas diarias logradas desde hace más de 100 años, siempre y cuando se cumplan las 48 horas reglamentarias de una semana, sin embargo esta elección la hará el patrón de acuerdo a sus necesidades y la producción.
Engañosa “multi-habilidad”
En la nueva ley se establecería también una obligación del trabajador para manejar la “multi-habilidad” es decir hacer lo mismo trabajos por encima o por debajo del perfil con el que fue contratada una persona, sin que estos trabajos representen en algún caso un pago extra o incentivo. “Los trabajadores no estaríamos en contra de sentirme capaz y hábil para desempeñar puestos de más arriba y más abajo, lo que sí estoy en contra es que mi valoración, mi salario, mis prestaciones estarían sólo al nivel del que estoy contratada y todo lo demás sería gratuito”.
Esta reforma permite que los patrones “pacten de manera libre” con los trabajadores pacten la compactación de la jornada, su extensión e incluso los trabajos a realizar, sin embargo con esto se desarticula el concepto de jornada laboral para dar paso a la hora-semana.
En materia sindical, la reforma también afecta quienes han buscado de alguna manera trabajar como sindicatos auténticos pues se plantea aumentar la cantidad de exigencias para por ejemplo realizar un emplazamiento a huelga, si una huelga no cumplió con los requisitos se declararía ilegal o inexistente. “Se están agregando mayores presiones a los sindicatos y creo que se hacen con la finalidad de desalentar los emplazamientos a huelga y desalentar la participación sindical”.
Hay dos rubros que parecieran ser una moneda de cambio para autorizar la ley como está y conciliar la aprobación de ciertos sectores, uno de los rubros es de la equidad de género en las relaciones laborales para que las mujeres no sufran discriminación en el desempeño de su trabajo donde se incluyen cuestiones como la eliminación de la prueba de embarazo en la solicitud de empleo, situación por cierto que había sido solicitada con mucha anticipación de parte de los grupos feministas sin haber tenido eco hasta ahora.
No es suficiente la fuerza de los sindicatos para sostener un debate en el congreso
El otro tema es la democratización de los sindicatos donde se contempla que aún cuando estos organismos puedan conservar su autonomía, en la reforma se plantea que se use el voto directo y secreto de los trabajadores afiliados a una agrupación sindical para efectos del recuento en la titularidad del sindicato así como en la aceptación de la huelga. E incluso el planteamiento va más allá pareciera que la intención es remover estas propuestas a cambio del apoyo de los líderes tradicionales de CTM, CROM, SNTE, de los sindicatos corporativos más grandes, quienes pueden apoyar esta iniciativa siempre y cuando le quiten el filo de la democratización de los sindicatos.
Esta no es obviamente la única iniciativa pendiente en torno a una reforma de la Ley federal del trabajo, detrás de cada una de las iniciativas hay intereses detrás de cada una de ellas; para Margarita de la Cruz desafortunadamente la fuerza política de los sindicatos auténticos no es la suficiente para sostener un debate en el congreso. Sin embargo, para CILAS este momento antes del debate de la iniciativa en donde se toman las decisiones, deben generarse espacios de discusión y análisis, a la par buscar sensibilizar a los legisladores para hacerles ver que el México donde los derechos laborales son fundamentales nada tienen que ver con la propuesta que ahora promueve el PAN. Una cosa es el discurso y otra es la realidad, deben analizarse las repercusiones de la reforma para denunciar y evitar que el congreso realice la aprobación de una ley sin conocer las condiciones reales.
Fuente: La Jornada de Aguascalientes
Difusión: soberanía popular
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