Amnistía Internacional ha condenado el trágico asesinato de un joven mexicano de 14 años, por un oficial de la patrulla fronteriza estadounidense, quien disparó desde el otro lado de la frontera a un grupo de mexicanos que supuestamente aventaban piedras.
Según se informa, el oficial abrió fuego a los jóvenes desde el lado estadounidense del Paso del Norte de la frontera, que cruza el centro de Ciudad Juárez, el día 7 de junio; matando así al estudiante de secundaria Sergio Adrián Hernández, quien vivía en la Ciudad.
"Este tiro a través de la frontera parece haber sido una respuesta totalmente desproporcionada y va en contra de las normas internacionales que obligan a la policía a utilizar armas de fuego sólo como último recurso, en respuesta a una amenaza inmediata y mortal que no pueda controlarse a través de medidas menores", dijo Susan Lee, directora para las Américas de Amnistía Internacional.
Los oficiales fronterizos actuaban en respuesta a un “grupo de sospechosos migrantes ilegales”, de acuerdo con el FBI, quien dirige la investigación sobre el asesinato en los Estados Unidos.
El FBI señaló que un agente “disparó su arma varias veces” después de que los sospechosos cruzaban la frontera de regreso a México, rehusándose a detenerse, mientras aventaban piedras.
Amnistía Internacional ha llamado a una investigación completa, imparcial y transparente del incidente, que acontece menos de dos semanas después de que un migrante mexicano fuera asesinado con un arma taser por un policía fronterizo estadounidense, mientras se le trataba de deportar desde el cruce fronterizo de San Yisidro, en California.
La organización también pide una revisión urgente por el Departamento de Seguridad Interna del uso de la fuerza por parte de la Patrulla Fronteriza y la Policía de Inmigración así con normas más estrictas sobre el uso de armas de fuego y armas de electrochoque.
Difusión: Soberanía Popular
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