sábado, 21 de agosto de 2010

CARTA A UN HOMOFÓBICO

Viernes Contemporáneo

Armando Ortiz

Carta a un amigo homofóbico

Estimado S. recibí tu mensaje por correo electrónico sobre el rechazo que sientes en contra de las adopciones de niños por homosexuales y la solicitud de reenviarlo a mis contactos. No acostumbro contestar todos los correos que me llegan, pero el tuyo merece una contestación. En primer lugar te digo que no voy a reenviar tu mensaje a nadie. Y no lo voy a hacer porque sería como exhibirte. Estimado S. no quiero exagerar señalando que tu mensaje está plagado de prejuicios e ignorancia, pero debes reconocer que sí hay algo de eso. Prejuicios porque en tu mente tienes una idea muy constreñida de lo que es un homosexual. Te limitas a creer que los homosexuales son personas que cito: “Están envueltos equivocadamente dentro de un cuerpo en el que no se identifican con lo que la naturaleza les dotó” Eso es falso y una muestra clara de tu ignorancia. Muchos homosexuales están muy contentos con su cuerpo masculino o femenino. Tú sabes que es muy común ver al homosexual cuidando y cultivando su cuerpo en un gimnasio, porque se siente muy a gusto con su aspecto varonil. Tal vez tú te refieras a los travestís o transexuales, que por razones personales, psicológicas o hasta enfermizas, manifiestan su urgencia por verse femeninos, por verse más mujer que la mujer. Pero se me hace injusto englobar a todos los homosexuales en esta categoría y hacerlo, no sólo es prejuicioso e ignorante, sino hasta nocivo.

Debo reconocer que tienes razón cuando hablas de las marchas gays y todo ese exhibicionismo que conllevan. Los he visto y se me hace completamente vergonzoso. Es un asunto como para retirar la mirada. Creo que los homosexuales deberían pensar muy bien si están dispuestos a permitir que esas marchas de “vergonzoso orgullo” los representen, pero es algo que ellos deben resolver.

Mi estimado S., sal de tus prejuicios. No puedes suponer los resultados de las adopciones a parejas homosexuales sólo porque creas a priori que tener dos padres o dos madres es un asunto desventajoso para el niño. Debes reconocer que la familia clásica es una institución decadente, los hechos lo muestran de esa manera. Un padre y una madre no garantizan un futuro de esplendor y decencia para ningún niño. Durante los últimos doscientos años, millones de padres y madres han criado a generaciones de hijos que han venido a resultar en la sociedad que somos. Y gracias a ello ¿qué somos? Te pongo un ejemplo, Martha Sahagún, que besó la mano del Papá, amiga de Cardenales y Obispos, dijo cuando la cuestionaron sobre el tráfico de influencias que manejaban sus hijos: “pendejos serían mis hijos si no aprovecharan el lugar en el que están”. ¿Dónde están los principios?

Ahora bien, tu argumento sobre la postura que tomaron los Obispos y Cardenales es completamente inválida. ¿No te parece hipócrita que la iglesia esté, dizque procurando la salud física y mental del niño que pudiera ser adoptado? Ellos solaparon a Marcial Maciel, un depredador de niños que confiaron en su dios y en su virgen. Ellos protegieron a muchos pederastas. Sabían de sus actos depredadores y en lugar de echarlos de su iglesia, sólo los cambiaban de parroquias y ahí seguían haciendo de las suyas, poniendo en grave peligro a muchos niños. El mismo Cardenal Primado de México, Monseñor Norberto Rivera, tiene una demanda en Estado Unidos por proteger a Nicolás Aguilar, un cura prófugo de la justicia que tiene pendientes múltiples acusaciones por abuso sexual en contra de niños. ¡Que no vengan ahora con el argumento de que les preocupan los niños, cuando no les preocupó que por las noches Marcial Maciel los llevara a su cama para que lo masturbarán!; ¡que no nos vengan a decir que los niños son la razón de su apostolado cuando les valió madres que el cura Nicolás Aguilar obligara a niños menores de 12 años a que le hicieran sexo oral!

Ahora bien mi estimado S. comparto tu preocupación respecto a la clase de personas que van a solicitar en adopción a un niño. Pero esa preocupación va por todos, no sólo por los homosexuales. Tampoco te creas que las instituciones de adopción van a entregar a los huérfanos a diestra y siniestra. Se toman muchas precauciones con las parejas heterosexuales, se hacen muchas preguntas, se pide que llenen muchos requisitos, incluso pasan ocho meses en una escuela para padres y aún con el hijo adoptado en casa son supervisados al menos por dos años. Seguramente harán lo mismo con los homosexuales. Mira lo que comenta Karina, una madre adoptiva: “yo ya había pasado un infierno con tratamientos para tener un bebé, y luego otro para poder adoptar. Al fin gané esa carrera de resistencia y por eso ahora digo que, quien la aguante, tenga la orientación sexual que tenga, se merece tener un niño”.

Ahora bien, ¿no te parece cruel empujar al desastre, aunque sea sólo en tu imaginación, a todos los hijos adoptados por homosexuales? Conozco muchos casos en que los hijos, aunque sean propios, son no deseados, por lo mismo maltratados y empujados al vicio, la delincuencia incluso la prostitución. Hijos de parejas heterosexuales se venden a otros hombres, no siendo ellos homosexuales y parte de la culpa fue de sus padres heterosexuales que no supieron inculcarle valores.

¡Y después de tremenda carta todavía te atreves a decir que no tienes nada contra los gays, que sólo te provocan un “raro asco”! Por favor no seas de esos que en las mesas con sus amigos comentan un día que respetan mucho la vida ajena y que no tendrían problema en compartir la mesa con un gay. Pero otro día también con sus amigos comentan, a manera de anécdota, que les tocó compartir mesa con un “pinche joto”.

Por último mi estimado S. quiero decirte que entre la comunidad gay hay muchas personas que se respetan y saben respetar a los demás (por cierto Oscar Wilde a quien mencionas como paradigma, no es el mejor ejemplo), no se ven porque son discretos, no son los que andan en las marchas gays. Digo, son seres humanos, que prefieren llevar una relación con otro ser humano, un semejante; ¿eres capaz de quitarles su categoría de humanos, sólo porque no los entiendes?

Te mando un afectuoso saludo y espero que esta carta ayude a que tengas un mejor criterio.

Armando Ortiz aortiz52@hotmail.com

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