DE LA REDACCIÓN
Pobladores del municipio de Calpulalpan ataron a un poste al secretario del ayuntamiento, Francisco Hernández Rubio y a Ángel Juárez –secretario particular del alcalde, Juan Antonio Espejel García–, se enfrentaron con policías municipales y granaderos, abrieron por la fuerza el portón principal de la alcaldía y finalmente cerraron en reiteradas ocasiones, con intervalos de 30 minutos, la carretera federal a Texcoco, debido a que carecen del servicio de agua potable desde hace varios meses.
En la movilización, los inconformes aprovecharon para exigir la destitución del edil y que lo encarcelen por el presunto desvío de recursos del erario, ya que lo acusan de un desfalco de 72 millones de pesos de las arcas municipales este año.
Los actos de inconformidad de los habitantes de este municipio iniciaron a las 8 horas de este miércoles, debido a que sólo reciben agua potable un día a la semana y sólo por espacio de dos horas, por lo que acudieron desde temprana hora a la alcaldía para exigir al edil que cumpla con la prestación del servicio.
Sin embargo, como no encontraron al edil, los manifestantes desalojaron de sus oficinas a esos dos funcionarios, a quienes ataron a un poste por varias horas y les colocaron cartulinas en donde denuncian los presuntos actos de corrupción en el municipio.
Minutos después, los manifestantes tomaron un poste de madera y arremetieron contra el portón de la alcaldía para abrirla, lo cual dio lugar a la intervención de los elementos municipales y granaderos, quienes con gases lacrimógenos recuperaron las instalaciones de la presidencia, en tanto los vecinos lanzaban huevos en contra de los uniformados.
Los habitantes se quejaron de que las autoridades municipales no suministran el agua potable desde hace varios meses, pues no hay dinero para pagar el servicio de energía a la Comisión Federal de Electricidad (CFE).
Denunciaron que los granaderos les echaron gas lacrimógeno, lo que provocó que una señora y un menor de edad fueran trasladados al hospital para su atención. Además se quejaron porque fueron agredidos por los elementos policiacos.
Exigieron al gobierno estatal tomar cartas en el asunto y mientras sus demandas eran atendidas por la administración orticista, lo cual no ocurría al cierre de la edición, se dirigieron a la carretera federal Calpulalpan–Texcoco para bloquear con piedras, botes y llantas el paso a las unidades de carga pesada. Incluso, regaron gasolina sobre la cinta asfáltica y amagaron con prender fuego como una medida más radical.
Fuente: La Jornada de Oriente
Difusión: Soberanía Popular
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