jueves, 25 de noviembre de 2010

Comuneros ya rechazaron la presa, recuerda Tlachinollan a Ríos Piter


Pide abogado de la organización no confundir ni dividir a la población con el tema de La Parota

HÉCTOR BRISEÑO

El abogado de la organización Tlachinollan, Vidulfo Rosales, criticó las declaraciones del diputado federal Armando Ríos Piter, quien un día antes manifestó que la actual coyuntura política debe servir para oxigenar la discusión sobre el proyecto hidroeléctrico La Parota, y que ante la llegada de un nuevo gobernador, el asunto puede ser puesto en la mesa de discusión para ejecutar una obra magna de generación de energía.

Entrevistado vía telefónica, el representante legal del Consejo de Ejidos y Comunidades Opositoras a la presa La Parota, (Cecop), pidió a los diputados no confundir e intentar dividir a la población.

Expuso que “preocupa la declaración, abona a la polarización en la zona, genera margen de confusión”. Sostuvo que “se trata de una cuestión de respetar la legalidad”.

Recalcó que la presa ya fue rechazada el 12 de agosto de 2007 por los comuneros en asamblea.

Puntualizó que “se debe respetar la voluntad de los habitantes del lugar, no se trata de replantear, de oxigenar”, y pidió más respeto a los ejidatarios y no dar revuelo al tema del presupuesto.

Agregó que incluso los relatores de la Organización de las Naciones Unidas ya se pronunciaron en contra.

Vidulfo enfatizó que el propio Ríos Piter reconoció la inviabilidad de la presa, pero mostró su temor ante la posibilidad de que los 2 mil 49 millones de pesos que pidió la Comisión Federal de Electricidad (CFE) sean utilizados para “intentar comprar conciencias”.

Explicó que el recurso propuesto en un principio para la edificación de La Parota fue disuelto.

Precisó que “en la revisión de anexos del presupuesto no aparece el recurso etiquetado, como sí aparece el dinero para la presa El Zapotillo; en cambio sí aparece en el apartado de proyectos de infraestructura productiva de largo plazo de inversión directa y condicionada, que es diferente”.

Rechazó que quienes impulsan la construcción del complejo hidroeléctrico tengan la intención de generar energía, pues recordó que la propia CFE anunció en 2009 que existía un superávit de producción de 47 por ciento.

Subrayó que “no hay necesidad de la presa, atrás de ella hay intereses políticos, económicos, el fin no es la generación de energía, es un negocio de particulares; si ese fuera el caso, entonces que se cree un proyecto de desarrollo de los pueblos y no impuesto con la presa”.

Fuente: La Jornada de Guerrero
Difusión: Soberanía Popular

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