Tegucigalpa, 29 de Diciembre.- Honduras, carente de recursos para enfrentar a los violentos cárteles de las drogas, ha incautado a los narcotraficantes bienes por un valor récord este año, incluyendo lujosas fincas y caballos purasangre, que espera subastar para comprar armas y equipo de seguridad.
El país decomisó en el 2010 bienes y dinero como nunca en la última década, sobre todo en regiones golpeadas por la violencia, en alza por la creciente presencia de los los cárteles mexicanos, que en su país son combatidos con amplios despliegues de militares y policías federales.
.Las incautaciones este año incluyeron 14 millones de dólares en efectivo -frente a los 733.000 dólares decomisados en el 2009-, al menos cuatro lujosas fincas en el occidente del país donde pastan unas 1.000 cabezas de ganado, y residencias en zonas urbanas, según datos del ministerio de Seguridad.
Los decomisos, también de camionetas todo terreno y último modelo, superan los del 2008, que fueron de los más altos en los últimos años y sumaron unos dos millones de dólares en efectivo.
.El Congreso aprobó este año una ley que permite la incautación inmediata de bienes sospechosos de ser producto de actividades del crimen organizado y agilizó procesos judiciales para resolver la extinción de dominio de estas propiedades.
"Si les quitamos sus recursos, su dinero, los estamos desarmando. Antes podían pasar años para lograr una extinción de dominio, ahora puede ser en tres meses a lo sumo", dijo a Reuters el jefe de la Oficina Administradora de Bienes Incautados, Omar Zúñiga.
El funcionario dijo que además, el aumento en el número y valor de los bienes incautados refleja una mayor actividad del narcotráfico en el país, uno de los más pobres de América.
El Gobierno quiere subastar cuanto antes públicamente los bienes y al menos la mitad de los fondos que se recauden serán destinados a comprar armas, vehículos, aeronaves y equipos de comunicación para la policía y el Ejército.
ZETAS Y SINALOA EN HONDURAS
En Honduras, donde cárteles colombianos operan desde hace décadas, se han sumado los mexicanos contratando a las temidas pandillas o "maras" locales, que tiñen de sangre poblados donde sicarios tirotean o atacan con explosivos a rivales en carreteras, bares y hasta en canchas de fútbol.
En México, que está destinando cifras millonarias para combatir a los cárteles, las disputas relacionadas con el narcotráfico han dejado más de 30.000 muertes desde diciembre del 2006, cuando asumió el presidente Felipe Calderón.
El narcotráfico en Honduras deja un promedio de 16 homicidios diarios debido a pugnas entre los cárteles, especialmente en el litoral Atlántico, norte y occidente del país, zonas situadas en la ruta de la cocaína de Sudamérica hacia Estados Unidos.
"Nosotros no vamos hacer una guerra como México, no tenemos capacidad. Nosotros conocemos nuestras limitaciones y lo vamos hacer de acuerdo a esas capacidades", dijo a Reuters el ministro de Seguridad, Oscar Alvarez.
"Los vamos a debilitar con las incautaciones, les estamos quitando los medios, los recursos, la infraestructura que necesitan para pagar sus armas y sus hombres", agregó.
Autoridades aseguran que en Honduras hay presencia de miembros del cártel mexicano de Sinaloa, liderado por Joaquín "El Chapo" Guzmán, uno de los capos más buscados en su país y en Estados Unidos, quien habría vacacionado en la Islas de la Bahía, un cotizado centro turístico en el Caribe hondureño.
También tiene presencia el grupo de narcotraficantes "Los Zetas", uno de los más violentos de México, fundados por desertores del Ejército mexicano y actualmente integrado por unos 10,000 hombres.
Honduras registró el año pasado 66.8 homicidios por cada 100.000 personas, una tasa de las más altas de América Latina, debido a un aumento de los crímenes de sicarios al servicio de cárteles del narcotráfico, según el Observatorio de la Violencia patrocinado por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).
En el 2008 se registraron 57.9 homicidios por cada 100.000 habitantes, según el PNUD.
REUTERS
Fuente: Radio Trece
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