Recomendaciones de la CNDH

Martes, 28 de Diciembre de 2010 00:00

Escrito por La Jornada Morelos

Opinan los abogados penalistas que las recomendaciones emitidas por la Comisión Nacional de Derechos Humanos y sus pares en los estados no tienen ningún efecto legal y consecuentemente es difícil que disminuyan los abusos de las corporaciones policíacas o militares en contra de la población.

En teoría estas recomendaciones deberían ser tomadas en cuenta por los más altos mandos policíacos o de la milicia para reconvenir a los elementos que violan las garantías constitucionales de los mexicanos.

Allanamientos con lujo de fuerza de viviendas, arrestos sin órdenes de aprehensión, interrogatorios que rayan en la tortura y algunos asesinatos “por error”, son algunas de las múltiples quejas que han sido presentadas ante las instancias judiciales y la CNDH, sin que –hasta ahora- se haya hecho justicia.

Es oportuno mencionar que no todos los policías y militares son prepotentes o violadores de los derechos humanos y constitucionales y que, la mayoría, mantienen un irrestricto respeto a las garantías individuales.

Por el contrario la sociedad conoce de primera mano a policías que han expuesto sus vidas para defender a ciudadanos o bien a soldados y marinos quienes durante las emergencias realizan labores de ayuda que rayan en el heroísmo.

Y precisamente por ello es necesario que quienes por ignorancia o error violan cualquier derecho ciudadano, reciban el castigo que las leyes marquen para mantener incólume el prestigio de las corporaciones a las que pertenecen.

Porque nadie puede negar que sobre todo en la lucha contra la delincuencia organizada y en el afán de combatir a los narcotraficantes y secuestradores, en ocasiones hay policías o soldados que van más allá del cumplimiento de sus responsabilidades, al grado de atropellar los más elementales derechos ciudadanos.

De hecho los superiores no deberían esperar que se presente alguna recomendación de la CNDH y antes de que ello ocurra deberían aplicar justicia en contra de los excesos.

Lo extraño es que no ha sido así.

Fuente: La Jornada de Morelos