Leyes petroleras en Brasil
Antonio Gershenson
Mientras las agencias internacionales de noticias concentraban su atención en Brasil, en la intervención militar en favelas en la lucha contra los narcos, la realidad política de ese país iba por otro lado. El Congreso culminó la aprobación de lo fundamental de las cuatro leyes petroleras enviadas por el presidente Lula el 31 de agosto de 2009.
Las sesiones culminantes, aprobando la última ley por 204 votos a favor, 66 en contra y dos abstenciones, el 2 de diciembre, ya pasarán a la firma del presidente. Se habla de la posibilidad de que se vuelva a discutir la forma de distribución del ingreso público petrolero entre estados y federación, pero lo sustantivo está aprobado. Están para firma las cuatro leyes que mandó Lula al Congreso hace poco más de un año. Y es evidente lo amplio de la mayoría.
Las zonas petroleras tradicionales brasileñas tienen incluso concesiones a empresas privadas, nacionales y extranjeras. Pero las nuevas leyes se refieren al presal, zona de 7 mil metros bajo la superficie del mar pero en la cual prácticamente todas las perforaciones son productivas, con mucho petróleo y de un crudo de buena calidad.
Petrobras, empresa estatal pero con acciones privadas sin derecho a participar en decisiones, será el operador único y propietario de presal. Puede hacer concursos Petrobras, que conserva mínimo 30 por ciento de la inversión, y gana el concurso la empresa que le deje a Petrobras el mayor porcentaje de las utilidades.
Aumentó el porcentaje y el número de acciones de Petrobras en manos del Estado, que emplea una fuerte cantidad de dinero. Es una forma de que Petrobras haga mayores inversiones, una capitalización de esta entidad. Lo contrario del desplume de Pemex.
Se crea un fondo social con las ganancias de la venta de dos tercios del petróleo descubierto en las profundidades del mar, en presal.
El Estado empleará ese dinero, esos dos tercios, en el combate a la pobreza y al desarrollo de la educación, la cultura, el deporte, la salud pública, la ciencia y la tecnología, y la preservación del medio ambiente, entre otros. El 50 por ciento irá para la educación, de donde 80 por ciento debe ser invertido en enseñanza básica e infantil.
En general, se aumenta el control del Estado sobre la industria petrolera y el uso público de sus utilidades. Un elemento muy importante en esto es la formación de una nueva empresa petrolera, totalmente estatal, llamada informalmente Petrosal, y con el nombre oficial de Presal Petróleo, SA. Tiene las acciones de Presal del gobierno. Tiene funciones de control y supervisión de la actividad petrolera.
Recordamos que cuando aquí se hablaba de una nueva refinería, que nunca se ha hecho, en Brasil se acordó, en el consejo de administración de Petrobras, la construcción de cinco refinerías simultáneamente, una de ellas con un centro petroquímico. Uno de los propósitos era no exportar crudo, ahora que su producción aumenta y se prevé que seguirá subiendo. La intención es exportar sólo productos refinados, especialmente diesel.
La presidenta electa, Dilma Rousseff, fue un elemento importante en la elaboración del paquete de leyes petroleras.
Brasil no es el único caso, ya mencionamos en su momento que Noruega integró sus empresas petroleras en una sola, y creó una empresa petrolera totalmente estatal, Petoro. Pero ahora Brasil va más allá.
En México, el gobierno va a contracorriente y busca cómo privatizar más el petróleo. Es un gobierno de derecha más derechista que otros. El consejo de administración de Pemex acordó concursos con más ventajas para las empresas privadas. La Suprema Corte refrendó reglamentos que habían sido impugnados, por ser anticonstitucionales, por la Cámara de Diputados.
Chicontepec es un sitio de puro contratismo, con gastos gigantescos en beneficio de las trasnacionales y con una producción ridícula. La revista Veracruz Informa nos dice que se está restando de las cuentas de Poza Rica buena parte de la producción de sus pozos, para sumarlos a los de Chicontepec y dar la impresión de que en ésta sí se produce aunque sea un poquito más, en un verdadero fraude al público.
Mientras en Brasil, luego de más de un año de discusiones y consensos, se llega a leyes petroleras que fortalecen a Petrobras y al papel del Estado; se asegura un presupuesto muy importante para gastos sociales y se destinan grandes cantidades a la inversión pública petrolera, vemos que en México se busca el fortalecimiento de empresas transnacionales y el enriquecimiento de unos cuantos.
Nosotros tuvimos nuestra expropiación petrolera, y luego luchas importantes. Cuando en escala internacional se inició una ola privatizadora, en muchos países se debilitaron las empresas públicas petroleras y en varios casos se formaron acciones de las mismas y se privatizó una parte de ellas. Entre esos países estuvieron Noruega y Brasil, pero no sólo ellos.
En México fracasaron los intentos en ese sentido, pero se siguió el camino del contratismo. Pemex sigue siendo 100 por ciento estatal en cuanto a su propiedad, pero sus actividades se van entregando a particulares. Ahora, que hay una ola de fortalecimiento del sector público petrolero internacional, incluyendo a Bolivia, Ecuador, Venezuela y Rusia, la derecha hace todo lo que puede para entregar más de Pemex.
Debemos parar esta contracorriente.
antonio.gershenson@gmail.com
Fuente: La jornada
Difusión AMLOTV
No hay comentarios:
Publicar un comentario