Queridos amigos y amigas,
La manada estaba nadando tranquilamente en aguas de las Islas Salomón cuando fue sorprendida por las tramposas redes, que acabaron capturando a 25 delfines salvajes para el último espectáculo de un complejo hotelero de lujo. Ahora se hallan encerrados en diminutos tanques, privados de suficiente alimento. Pero nosotros podemos liberarlos.
Para los delfines salvajes la vida en cautiverio es una tortura. Su potente canto rebota contra los muros y se vuelve contra ellos, como si estuviesen atrapados en una infinita sala de espejos. La mayoría de los delfines cautivos mueren jóvenes a causa de enfermedades inducidas por el estrés, y algunos inclusive se suicidan. Si los millonarios dueños del Resorts World Somosa consiguen retener a estos delfines cautivos, la mitad de ellos morirá en tan sólo dos años. Asimismo quedará legitimada la captura de delfines salvajes, sujeta hoy a amplias prohibiciones. No podemos permitir que eso suceda -- usemos nuestras voces para liberarlos.
Resorts World ya tuvo que abandonar hace dos años sus planes de explotar una exhibición de tiburones ballena gracias a una enorme protesta que amenazó su reputación. Lancemos ahora un gigantesco llamamiento para liberar a estos hermosos e inteligentes animales, y para darle un giro radical a la lucha contra el tráfico mundial de delfines salvajes. Cuando reunamos 500.000 firmas, entregaremos nuestra petición a Resorts World y a los medios de comunicación. Firma ahora y reenvía este mensaje a todo tus conocidos.
La extremadamente cruel industria de explotación de los delfines salvajes ha sido prohibida en muchos países, desde el Reino Unido hasta Costa Rica. El espeluznante proceso de captura incluye conducir a los delfines a aguas poco profundas en las que hasta la mitad de ellos se ahogan o mueren antes de ser capturados a causa de las heridas que les son provocadas. Si presionamos a Resorts World para que liberen a estos delfines salvajes ahora, enviaremos un poderoso mensaje al resto de los complejos turísticos, ayudando a combatir la industria que captura delfines salvajes. También les podemos dar a estos animales una segunda oportunidad en la vida. El reconocido experto en delfines, Ric O' Barry, se ha ofrecido a rehabilitarles de vuelta en mar abierto.
Resorts World se defiende diciendo que su "programa de spa interactivo" ayudará a curar a niños enfermos y en situación de discapacidad, pero no hay ninguna prueba científica que confirme esta técnica que ha hecho que muchos padres desesperados paguen miles de dólares en busca de una cura imaginaria. Sus dueños también argumentan que sus programas ayudan a la conservación, pero las capturas de delfines son, a su vez, expediciones de cacería animal. Así sólo los delfines "aptos para ser exhibidos" se salvan, mientras que los demás son masacrados. Al solicitar la captura de delfines salvajes, Resorts World está contribuyendo a incrementar la demanda de estas bárbaras cacerías.
El comercio de delfines salvajes debe terminar. El mundo se está moviendo lentamente en esta dirección, y nuestra intervención puede sentar un valioso precedente. Resorts World ya sabe lo que es ceder ante la presión pública, y no podría encajar otro ataque a su imagen. Unamos nuestras voces urgentemente para liberar a los delfines más tristes del mundo y ganar una batalla crucial en la lucha para salvar a todos los delfines salvajes de una corta y miserable vida en cautiverio. Firma ahora y envía este mensaje a tu familia y amigos:
Los delfines salvajes son increíblemente juguetones, sociables, cariñosos e inteligentes. Son realmente criaturas cautivadoras. En ese mundo que todos deseamos, los delfines no serían capturados, encerrados y maltratados. Por el contrario, serían tratados con el mismo respeto que merece todo ser vivo. Hoy, mientras trabajamos por su libertad, estamos tomando un pequeño pero importante paso convertir ese mundo deseado en una realidad.
Con esperanza,
Ricken, Ben, Morgan, Alice, Shibayan y el resto del equipo de Avaaz
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