ANTONIO SOTO SÁNCHEZ
Este domingo estuvo en Michoacán Andrés Manuel López Obrador para visitar algunas cabeceras distritales con el fin de promover el Morena como parte de su estrategia para lograr la nominación de la candidatura presidencial de las izquierdas el próximo año. Mucho se ha comentado que López Obrador tiene un acuerdo de palabra con el jefe de Gobierno del Distrito Federal, Marcelo Ebrard, para que el aspirante mejor posicionado entre la ciudadanía sea respaldado por el otro y, de esta forma, lograr que una candidatura unitaria tenga mejores perspectivas de competitividad frente al casi seguro candidato del PRI, Enrique Peña Nieto.
Muchos analistas políticos -algunos de mala fe, otros no tanto- han comentado que el ex candidato presidencial no cumplirá su palabra. Dicen que sea cual fuere el resultado, Andrés Manuel será candidato presidencial aunque el PRD no lo apoye, aunque éste no logre en los sondeos de opinión pública contar con una mayor aceptación frente a Ebrard. Incluso se ha especulado que tanto el partido Convergencia como el del Trabajo estarían muy complacidos en otorgarle el registro para esa competencia electoral. Se dice que el proceso de transformación previsto por Convergencia, en el que pretende este partido convertirse en un movimiento, tiene como único fin ponerse al servicio de López Obrador.
Todas estas especulaciones incluso han obligado al propio jefe de Gobierno a exigir de manera pública un pronunciamiento de López Obrador al respecto. Esto ya dio lugar para que se configuren al interior del PRD dos posiciones: una a favor de la encuesta y la otra a favor de una elección abierta. El líder de Morena ha dicho que respetará la palabra empeñada con Ebrard, pero mucha gente no cree en sus palabras, dice que terminará por no cumplir, que pondrá trabas y pretextos para no coincidir con la empresa encuestadora y con ello orillar a Ebrard a medirse en urnas en todo el país, y de esta forma lograr la nominación a través de un método que para muchos favorece al ex candidato.
Este domingo, en el marco de esta gira por tierras michoacanas, tuve la oportunidad de platicar con Andrés Manuel, le pregunté qué método prefería para elegir al candidato presidencial. Sin pensarlo, de manera muy clara y contundente me aseguró que tenía un acuerdo con Marcelo Ebrard para que juntos determinaran qué empresa encuestadora haría los sondeos de opinión, que permitieran seleccionar a un solo candidato presidencial. La manera como lo dijo me permite asegurar que cumplirá con su palabra. Además, dejó en claro que él bajo ninguna circunstancia dividiría a las izquierdas, mermándoles posibilidades de ganar en ese proceso electoral; que si Ebrard resulta salir mejor posicionado que él, lo apoyará sin condiciones, con el fin de evitar que regrese esa clase política priísta corrupta que representa Peña Nieto.
A mi forma de ver las cosas, López Obrador está actuando con gran madurez y responsabilidad política. No podría ser de otra manera, sabe él muy bien que dos candidatos de la izquierda sólo permitirían un fácil y muy cómodo retorno del PRI al poder, sería lo más lamentable que le pudiera ocurrir a México. Por ello, es de reconocer a quien a pesar de que por cinco años ha recorrido todo el territorio nacional, está consciente de que si él no tiene las mejores condiciones para vencer a la mafia política que encabeza el gobernador mexiquense, apoyará a quien sí pueda hacerlo. Por ello, es digno de reconocer a políticos que cumplen con la palabra empeñada. A AMLO se le podrán criticar muchas cosas, pero no debe regateársele el apego que tiene por los principios y valores, mismos que la clase política mexicana en general ha perdido desde hace ya muchos años. La posición de Andrés Manuel devuelve la esperanza a millones de mexicanos que luchamos porque llegue al poder un proyecto de izquierda.
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Fuente: La Jornada de Michoacán
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