miércoles, 27 de julio de 2011

Los problemas fiscales y de deuda en EU, y sus repercusiones


ARTURO HUERTA GONZÁLEZ

El acuerdo entre senadores republicanos y demócratas en Estados Unidos para reducir el déficit fiscal, y poner un límite a la deuda federal, vendrá a restringir drásticamente la actividad económica de dicho país, por lo que nuevamente deja de ser el motor de la economía mundial, lo que tiene un impacto serio sobre el resto de las economías del mundo.

Se prevé una reducción del gasto público de entre 3.6 y 3.7 billones de dólares en 10 años y se proponen modificaciones a los grandes programas sociales, incluidos los de salud y de pensiones, y se contemplan 1.2 billones de dólares en nuevos ingresos, derivados de alzas de impuestos. El plan impondría de forma inmediata 500 mil millones de dólares en recortes de déficit.

El martes 19 de julio los republicanos aprobaron en la Cámara de Representantes (234 votos a favor y 190 en contra) una enmienda a la Constitución para que se trabaje con disciplina fiscal, lo que implicará una reducción drástica de los gastos públicos, y del tamaño del gobierno en la actividad económica. Ello no tiene oportunidad alguna de ser adoptado en el Senado, donde los demócratas detentan la mayoría, y el presidente Barack Obama adelantó que en caso de que el texto fuera aprobado lo vetaría. El proyecto prevé limitar los gastos federales en alrededor de 18 por ciento del producto interno bruto. Los republicanos condicionan el aumento del techo de la deuda a la adopción de las políticas de disminución del gasto, y de disciplina fiscal, y no aceptan incremento de impuestos.

En el contexto en que se encuentra la economía de Estados Unidos, donde el sector privado no está incrementando la inversión, las familias no están aumentando el consumo, y si a ello se suma que el gobierno restringirá el gasto, y trabajará con disciplina fiscal (gastos iguales a sus ingresos tributarios), llevará a una drástica caída de la actividad económica en dicho país, evidenciando que no hay motor alguno de crecimiento. Si el Congreso no permite que el gobierno venda más deuda, Estados Unidos incurriría en una moratoria de sus obligaciones financieras, lo que enviaría a la economía estadounidense de nuevo a la recesión y podría causar estragos en los mercados globales.

De no aprobar los republicanos el aumento al tope del endeudamiento del gobierno, las agencias de calificación han advertido que podrían rebajar la nota crediticia “AAA” de Estados Unidos, lo que ocasionaría vulnerabilidad en los mercados financieros internacionales, mayor devaluación del dólar, y presiones al alza de la tasa de interés, lo que recrudecería los problemas de carteras vencidas y la inestabilidad y crisis financiera.

Si a ello sumamos los problemas de insolvencia que presentan la mayoría de los países de la zona euro, el panorama para los próximos meses y años es desolador, tanto en los países desarrollados, como en el resto del mundo, dada la interrelación de los mercados financieros de capitales, como de las economías. Ello no se resuelve ampliando el límite de endeudamiento al gobierno de EU (ello amortigua los problemas, más no los resuelve), ni reestructurando la deuda y otorgando mayores rescates a los países insolventes de la zona euro. La crisis es derivada de las políticas que permiten el libre movimiento de mercancías y capitales, como de las políticas macroeconómicas de ‘estabilidad’, que operan a favor del sector financiero, y atentan sobre la esfera productiva y el empleo.

A pesar de que día a día se evidencia la insustentabilidad de las políticas imperantes, no hay cambio alguno para revertirlas. Pensar, como lo hacen los Republicanos en Estados Unidos, y los organismos financieros internacionales, que la disciplina fiscal vendrá a resolver los problemas y a reducir el monto de endeudamiento, y que ello aligerará la carga tributaria a las próximas generaciones, es actuar a favor del gran capital, el cual pasará a invertir donde el gobierno deja de hacerlo, lo que implicará la mayor privatización de la educación y la salud, como de los sectores estratégicos de la economía, sin que ello reactive la economía, ni disminuya el desempleo, ni mejore las finanzas públicas, pues al contraerse la actividad económica, menor captación tributaria tiene el gobierno, siguiendo las presiones sobre las finanzas públicas y el monto de la deuda. Tendremos mas años de crisis, de desempleo y miseria, y pasarán muchos años para que la población se de cuenta, de que se requiere cambiar todo.

Fuente: La Jornada de Oriente

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