martes, 2 de agosto de 2011

De manera ilegal, Alejandro Solalinde y sus dos escoltas fueron detenidos por la Policía Municipal


YADIRA LLAVEN

Una treintena de policías encapuchados de la Secretaría de Seguridad Pública del municipio de Puebla, gobernado por el panista Eduardo Rivera Pérez, retuvieron la tarde de ayer domingo, alrededor de las17 horas, al sacerdote católico Alejandro Solalinde Guerra, coordinador de la Pastoral de Migrantes de la Zona Sur Golfo, y director del albergue “Hermanos en el Camino”, de Ixtepec, Oaxaca.

De acuerdo con Rubén Figueroa, integrante del movimiento migrante mesoamericano “Familia Latina”, la retención del párroco fue realizada frente a la iglesia Nuestra Señora de la Asunción, del barrio de Aquiles Serdán.

En el operativo también se llevaron a dos guardaespaldas de Solalinde, quienes son policías del gobierno de Oaxaca, bajo el pretexto de trasladar armas largas sin permiso.

Luego de una hora de ser privados de su libertad, el procurador de Oaxaca tuvo que intervenir con su homólogo poblano para que el sacerdote y los dos policías fueran liberados de las oficinas de la Dirección de Seguridad Pública Municipal, en Rancho Colorado.

Alejandro Solalinde cabeza la caravana de emigrantes “Paso a paso hacia la paz”, que llegó a Puebla la madrugada del domingo procedente de la comunidad Las Patronas, de Orizaba, Veracruz.

“Fui maltratado”: Solalinde

Casi a las 21 horas de ayer, el sacerdote Alejandro Solalinde ofreció una rueda de prensa dentro del templo católico, para denunciar que fue intimidado y maltratado por la policía poblana.

Aclaró que el ingreso de la caravana “Paso a paso hacia la paz” a Puebla, fue con el resguardo de un convoy de policías federales. De ahí, expresó, no entiende porqué el gobierno poblano los maltrató, pues a diferencia del oaxaqueño, tanto el mandatario como su esposa se comunicaron inmediatamente con él, cuando se enteraron que fue detenido en Puebla.

Precisó que el procurador de Oaxaca tuvo que hablar con su homólogo poblano, para que lo dejaran en libertad.

“Fue una experiencia intimidatoria, fue una detención irregular. Aunque a mí me duela más que toquen a mi gente que a mí persona”, enfatizó a los medios.

Finalmente, el párroco señaló a Óscar Canizo, como el policía prepotente quien se quedó con su credencial de elector, con el argumento de haber recibido una llamada anónima para denunciar que Solalinde trasladaba armas en su coche particular.

–¿Tuvo alguna atención por parte del gobierno de Puebla?

–No, no lo tuve… y sí se le avisó al gobernador.

Asustados, la caravana de emigrantes pernoctó en Puebla

Notoriamente asustados, ayer los emigrantes de Guatemala, El Salvador y Honduras, principalmente, comieron, se asearon y durmieron en la parroquia de Nuestra Señora de la Asunción.

Rubén Figueroa relató a La Jornada de Oriente que un grupo de encapuchados cerraron un perímetro de 50 metros a la redonda del templo, tras asegurar que en el vehículo donde viaja el padre Solalinde había armas de grueso calibre.

“Los uniformados llegaron a bordo de 20 unidades, entre patrullas y motocicletas; y de forma muy prepotente y grosera trataron al padre, a los migrantes y la gente que se encontraban en la iglesia”, relató el declarante.

Figueroa dejó en claro que el padre Solalinde viaja con los policías oaxaqueños, ante la serie de amenazas de la que ha sido objeto.

No obstante, destacó que a la policía poblana no le importó que mostraran los permisos de las armas, por lo que se llevaron al padre y a los dos elementos.

El activista aseveró que la caravana desconoció el lugar a dónde párroco y sus guardaespaldas fueron trasladados

Del hecho tuvo conocimiento la Comisión Estatal de Derechos Humanos, el Nodo de Derechos Humanos (Nodho), y la Pastoral de la Movilidad Humana, quienes se encargaron de dar a conocer el hecho a los medios de comunicación.

En tanto, informó que la caravana fue asediada por los elementos policíacos locales, estatales y ministeriales.

Pedirán al Senado leyes que protejan al indocumentado

Tras ocho días de viaje en tren desde Guatemala y casi mil kilómetros recorridos, la tarde de ayer ingresó a Puebla la caravana “Paso a paso hacia la paz”, integrada por unas 500 personas, entre familiares de migrantes centroamericanos y activistas de derechos humanos, que exige a las autoridades mexicanas frene el secuestro a indocumentados en su tránsito hacia Estados Unidos.

En el medio millar del contingente viajan 14 embarazadas y un niño de dos años de edad.

Fuente: La Jornada de Oriente

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