LEOPOLDO GAVITO NANSON - JUEVES, AGOSTO 18, 2011
Durante los días lunes y martes de esta semana, bajo los auspicios de la Universidad de Texas en El Paso (UTEP), se llevó a cabo la octava Conferencia de Seguridad Fronteriza, patrocinada por Diana Natalicio, presidenta de la UTEP y el congresista demócrata Silvestre Reyes. Participaron en ella personajes de empresas, académicos y funcionarios. Entre éstos, el mismísimo secretario técnico del consejo de seguridad mexicano, Alejandro Poiré. Hablaron ahí de varios temas, pero el énfasis se puso en la seguridad. Quizá por ello hayan invitado al doctor Poiré a que cerrara el evento en el que algunos funcionarios mexicanos manifestaron su preocupación por las evidencias de que el consumo de drogas en el país ha aumentado considerablemente.
Poiré, sorprendente como es su costumbre, atribuyó en parte el aumento en el consumo de drogas a la mejoría económica que se esparce por el país. Mejoría que seguramente está directamente asociada a la capacidad de las familias mexicanas a vivir holgadamente con los 6 mil pesos del secretario –y en un descuido, candidato a Presidente– Ernesto Cordero.
Semihábil en el uso del lenguaje y en los retruécanos del ejercicio comparativo, el secretario técnico en materia de cosas de seguridad dijo que el consumo en México preocupa, aunque no es comparable al de Estados Unidos. Dato de innecesaria mención dado que es claro que la capacidad del mercado estadounidense es varias decenas de veces mayor que el nacional, pero que siempre es útil para efectos de restar importancia a las incompetencias a la vez que se demuestra dominio del tema.
En la conferencia de la Universidad de Texas El Paso fueron varios los señalamientos que subrayaron el crecimiento exponencial de la violencia en el país. Poiré explicó el fenómeno con un argumento que coloca la causa de fortalecimiento de las organizaciones criminales en cualquier otro lado excepto la incompetencia del gobierno. Esto es, en los últimos 10 años las organizaciones criminales han aumentado su poder “con el tráfico de cocaína proveniente de Sudamérica con destino a territorio estadunidense”. En cualquier caso, Poiré se empecina en afirmar que la violencia criminal no se inició en el gobierno de Felipe Calderón, sino que obedece al cambio de modelo criminal por haber cerrado las rutas caribeñas; porque los cárteles colombianos les pagan a los mexicanos en especie y porque en los 90 años de gobiernos priístas, aumentó el consumo de drogas.
El hecho que desde diciembre de 2006 se haya exponenciado la violencia y que ésta haya ido en aumento creciente durante cinco años debe ser atribuido entonces a que a las organizaciones criminales les ha dado por catafixiar servicios de mensajería por el pago en especie; a la mejoría económica de los mexicanos que ahora sí tienen para comprar drogas y a que las bandas criminales son unas peleoneras irredentas.
Ahora que el respetable puede estar tranquilo, porque han caído 21 de los 37 líderes más peligrosos y porque la Policía Federal ha crecido a 35 mil efectivos, entre ellos publicistas, guionistas, escenógrafos y expertos asesores en producciones de televisión.
Que las organizaciones y empresas criminales no sean estructuras verticales, que sus liderazgos sean reemplazables y que la PF haya sido evidenciada como manipuladora escenográfica de escenarios y arrestos debe ser entendido como detalles irrelevantes de una estrategia que puede, como todo, tener efectos y consecuencias no deseadas.
Reiteradas veces el gobierno federal ha reclamado a estados y municipios el no comprometerse ni estar a la altura de los tiempos heroicos; de no asumir cabalmente su responsabilidad. Insatisfecho y holístico da un paso adicional hacia la disparatada perfección y ahora enfatiza en que los retos en materia de seguridad no son exclusivos de país, sino que atañen a la comunidad internacional en general “los más diversos países enfrentamos hoy un crimen organizado que teje redes entre una región y otra, que usa medios violentos para conseguir beneficios económicos y amenaza la seguridad de toda comunidad en el mundo”.
Ah.
*Es Cosa Pública
leopoldogavito@gmail.com
Fuente: La Jornada de Veracruz
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