Hoy, los países miembros de las Naciones Unidas aprobaron de manera casi unánime el tratado sobre Comercio de Armas que prohibirá a los estados transferir armas convencionales a países dónde se sabe que esas armas se usarán para cometer o facilitar genocidio, crímenes contra la humanidad o crímenes de guerra.
154 países votaron a favor de adoptar el Tratado frente a 3 votos negativos y 23 abstenciones. Esta votación se produce apenas unos días después de que Cora del Norte, Irán y Siria (países con un notable historial de violaciones de derechos humanos y sometidos a diferentes sanciones por parte de las Naciones Unidas), protagonizaron un cínico intento de bloquearlo.
El Tratado fue presentado a la Asamblea por más de 100 países, incluyendo México, cuyo activo papel durante todo el proceso negociador en favor de una regulación fuerte del comercio internacional de armas es reconocido por Amnistía Internacional.
"Es un momento histórico. Tras años campaña, la mayoría de los países han acordado adoptar un tratado global que puede evitar la llegada de armas a países dónde se usarán para cometer atrocidades", declaró Brian Wood, Director de Control de Armas y Derechos Humanos de Amnistía Internacional desde la sede de la ONU en Nueva York.
"A pesar del cínico intento de Corea del Norte, Irán y Siria , la inmensa mayoría de los países del mundo han mostrado un rotundo apoyo a este tratado para salvar vidas, con los derechos humanos en su centro" añadió Wood.
El Tratado también a todos los gobiernos a evaluar el riesgo de transferencia de armas, municiones y componentes a otro países dónde podrían ser usadas para cometer o facilitar serias violaciones del derecho internacional humanitario y de los derechos humanos. Cuando se constate que este riesgo es real y no puede ser mitigado, los estados han acordado que se detendrán las transferencias de armas.
"Cuando piensas en los enormes intereses económicos y el poder político en juego para los grandes productores y exportadores de armas, se constata que este Tratado es un tributo tanto a la sociedad civil que defendió la idea de salvar vidas y reducir el sufrimiento y a los gobiernos que respondieron a esta llamada", declaró Widney Brown, Directora de Derecho Internacional y Política de Amnistía Internacional.
"En los próximos 4 años, el comercio de armas convencionales, municiones y partes y componentes superará los 100,000 millones de dólares al año. Pero hoy los estados han puesto los derechos humanos y la seguridad primero", añadió Brown.
Desde principios de los años 90, Amnistía Internacional junto a otras organizaciones de la sociedad civil y Premios Nobel de la Paz ha trabajado intensamente para lograr normas globales robustas y legalmente vinculantes, para detener el flujo de armas que alimenta atrocidades en todo el mundo.
El tratado fue adoptado tras más de 6 años de discusiones en las Naciones Unidas, un proceso que comenzó en diciembre de 2006 cuando la Asamblea General acordó consultar a todos los estados sobre la factibilidad, ámbito y parámetros de un tratado para regular las transferencias internacionales de armas convencionales.
Un número récord de estados respondieron a la consulta del Secretario General de la ONU, prácticamente todos de forma positiva. Los derechos humanos y el derecho humanitario encabezaban las preocupaciones sobre criterios aplicables.
El ámbito del Tratado aprobado cubre las principales categorías de armas convencionales, incluyendo armas pequeñas y ligeras que proliferan en países con conflictos de baja intensidad, violencia armada y un gran número de víctimas civiles.
"Como en toda negociación, no logramos todo lo que buscábamos, por ejemplo la munición no está totalmente incluida en todas las previsiones del Tratado, pero dado que el tratado puede ser enmendado y mejorado y ya contiene reglas firmes, sirve como un cimiento fuerte sobre el que construir un sistema internacional para detener el flujo de armas hacia aquellos que cometen atrocidades, tanto en tiempos de guerra como de paz" declaró Wood.
"Este éxito muestra que cuando la sociedad tiene una idea realmente buena que ayudará a hacer del mundo un lugar mejor, y se organiza, realmente es posible lograr y hacer la diferencia a escala global".
El Tratado será abierto para firma y ratificación el 3 de junio de 2013 en la Asamblea General de la ONU y entrará en vigor cuando lo ratifiquen 50 estados.
Amnistía Internacional llama a todos los países y en particular a los principales países exportadores de armas a firmar y ratificar el Tratado sobre Comercio de Armas a la brevedad para que pueda entrar en vigor. En coherencia con su activo papel para hacer posible este Tratado Amnistía Internacional espera que México sea uno de los primeros países en firmarlo.
Información adicional
Se calcula que cada año mueren en el mundo en torno a 500,000 personas a consecuencia de la violencia armada. El elevado sufrimiento y el impacto en los derechos humanos del descontrol en el comercio de armas llevó a Amnistía Internacional y otras organizaciones de derechos humanos y Premios Nobel de la Paz a trabajar en favor de una regulación del comercio internacional de armas.
Amnistía Internacional constató que en al menos el 60% de las violaciones de derechos humanos documentadas por la organización. Entre estas violaciones se encuentra el reclutamiento de niños soldado en al menos 19 países por 55 ejércitos y grupos armados, las más de 40 millones de personas refugiadas y desplazas por la violencia y la violencia sexual contra las mujeres que en muchos casos se comete usando armas para intimidar.
Estas y otras atrocidades se cometen con los más de 875 millones de armas de fuego en circulación en el mundo a las que se suman entre 8 y 10 millones de armas nuevas cada año y entre 10,000 y 12,000 millones de balas fabricadas cada año. El comercio de armas supone al menos 70,000 millones de dólares anuales, pero la cifra podría ser mayor debido a que algunos de los principales exportadores no informan adecuadamente de sus exportaciones.
Las campañas realizadas por Amnistía Internacional y otras organizaciones han logrado la movilización de cientos de miles de personas en todo el mundo, en favor de un Tratado que realmente impidiese la llegada de armas a manos de quienes las usan para cometer atrocidades. Por ejemplo, en las últimas semanas Amnistía Internacional entregó a la Embajada de Estados Unidos en México más de 25,000 firmas en apoyo del Tratado.
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