NORMA TRUJILLO BÁEZ
La generación de energía, la obtención de minerales, la transformación industrial de los productos del campo y los procesos industriales supuestamente para “satisfacer necesidades vitales de consumo”, han puesto en riesgo la existencia de las especies frente a su hábitat, ubicándose estas prácticas ya por encima de la responsabilidad institucional para su manejo y cuidado, sin respeto o freno frente a los ordenamientos y normatividad jurídica vigente.
Por ello, se llevará a cabo el 21 y 22 de junio en Tlapacoyan, el encuentro “Aguas por el Golfo” organizado por La Asamblea Veracruzana de Iniciativas y Defensa Ambiental (Lavida) y la Alianza de Comunidades y Usuarios en Defensa del Río Bobos-Nautla, señaló Rosalinda Hidalgo, miembro de Lavida.
Los defensores del Medio Ambiente consideraron que vivimos en una etapa en que la generación de energía, la obtención de minerales, la transformación industrial de los productos del campo y los procesos industriales supuestamente para “satisfacer necesidades vitales de consumo”, ponen en riesgo la supervivencia de las especies.
Ubicándose estas prácticas ya por encima de la responsabilidad institucional para su manejo y cuidado, sin respeto o freno frente a los ordenamientos y normatividad jurídica vigente y los elementos vitales agua, bosque, aire y tierra y el equilibrio y sustentabilidad de las comunidades que sobreviven básicamente del aprovechamiento de los recursos mínimos, se van reduciendo frente a los “requerimientos de la modernidad”.
Lo anterior explica que según datos de la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura) en “Veracruz cada año se están deforestando 3 mil hectáreas de bosques”, entendiendo que este fenómeno se observa fundamentalmente en el bosque de niebla.
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