Veracruz, Ver.- A Petróleos Mexicanos (Pemex) “lo están dejando morir”, y en zonas petroleras parece ir en declive la calidad de vida que gozaban sus habitantes, tanto empleados como los beneficiados de manera indirecta. Un empleado de Pemex con 29 años de experiencia, que pidió el anonimato por posibles consecuencias en su trabajo, dijo que las normas de calidad de la paraestatal han bajado. “Ya no se nota el esfuerzo de mantenimiento en Pemex, se está trabajando con retazos”, y eso pasa, por ejemplo, con la fabricación de una aleación de níquel-cobalto que ahora se hace con materiales caducos y reciclados.
Esa aleación se utiliza para la construcción de ductos y de ella dependen, en parte, que no se derrame el combustible que transporta. La poca inversión realizada por la propia paraestatal, según la percepción del trabajador entrevistado que radica en el sur de Veracruz, también se nota en los complejos de la industria energética.
Para Rocío Nahle, asesora en energía del Partido de la Revolución Democrática (PRD) en el Senado, desde hace dos sexenios “hay parálisis por falta de inversión en esa región que tuvo su auge en las décadas de los ochentas y noventas. Eso pese a la reconfiguración de la refinería Lázaro Cárdenas, en Minatitlán, que fue ‘inaugurada’ por el ex presidente Felipe Calderón en 2011”.
Al norte del estado, en la región de La Huasteca, cuentan que se han visto rondar trabajadores chinos en la zona, trabajando en la industria petrolera, ocupando puestos que antes eran de los lugareños. Juan Castro Soto, miembro de la Red Unidos por los Derechos Humanos en el municipio de Papantla, dijo que “no hay ninguna derrama económica” para los pobladores locales. Salvo los hoteleros, restaurantes y demás prestadores de servicios, los beneficios de la industria petrolera no se notan, según el activista.
“Contratan campesinos para cosas que no son los suyo. Son empresas que no les interesa (…) No hay ninguna derrama económica. Salvo los hoteles, las compañías que venden coches y los restaurantes”.
El debate de la reforma energética está echado a andar luego de que el presidente Enrique Peña Nieto presentó su iniciativa y el PRD y el PAN hicieron lo propio. El tema más álgido entre la opinión pública, es si se debe o no permitir la inversión extranjera en los contratos de exploración y si ello supone privatizar a las empresas del estado. Según testimonios, para los habitantes de las zonas petroleras, la industria energética ya está privatizada.
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