martes, 27 de agosto de 2013

Policía comunitarios toman alcaldía de Tixtla; desarman a municipales


Acusan al gobierno de mantener secuestrados a los 29 guardias y coordinadores de Ayutla y
Olinalá
Por violento, sometieron al uniformado Gabriel Morales, indica el promotor de la CRAC

MARGENA DE LA O

Tixtla, 26 de agosto. El ayuntamiento de Tixtla fue tomado por policías comunitarios que dependen de la casa de justicia de El Paraíso de la Coordinadora Regional de Autoridades Comunitarias (CRAC), después de desarmar a policías municipales, con quienes tuvieron una gresca que terminó en tres lesionados, en reclamo de la liberación de sus compañeros como los coordinadores Bernardino García Francisco y Nestora Salgado García.

El enfrentamiento ocurrió a las 12:30 horas, apenas unos minutos después de que varios diputados, entre ellos Héctor Astudillo Flores, se retiraron del ayuntamiento, donde estuvieron desayunando a invitación del alcalde Gustavo Alcaraz Abarca, después de inaugurar una exposición sobre José María Morelos.

Los policías comunitarios, entre ellos el promotor de la CRAC en Tixtla, Gonzalo Molina González, llegaron al ayuntamiento a tomar la sede, y en ese intento desarmaron a policías municipales. Los policías municipales reaccionaron, lo que provocó un enfrentamiento a golpes, manotazos y machetazos.

La versión de Molina González fue que llegaron y los policías municipales respondieron violentamente, por lo que los comunitarios respondieron al forcejeo; aseguró que él en todo momento trató de calmar los ánimos para evitar que el enfrentamiento fuera a balas.

Aseguró que por exaltarse y por violento sometieron al policía municipal Gabriel Morales Ramírez, a quien retuvieron por un par de horas junto a otro policía a la entrega del ayuntamiento. Adentro del ayuntamiento quedaron algunos trabajadores, y el síndico David Martínez Valadez, que salieron por la puerta trasera del inmueble durante la toma; la mayoría de los trabajadores se retiraron durante el forcejeo de los policías.

El promotor de la CRAC denunció que una policía comunitaria salió lesionada, al parecer en la mano derecha. También confirmó que desarmaron a tres policías.

La versión del policía municipal retenido fue que los comunitarios llegaron a desarmarlos mientras estaban de servicio en el mercado, ubicado frente al ayuntamiento, y otros tantos en al puerta y el perímetro de la sede del gobierno municipal, que hubo golpes y machetazos que alcanzaron al director de Seguridad Pública de ese municipio, Rubén Reyes Zepeda, en la mano derecha, y a un policía que llamó Raúl, en la mejilla derecha.

Molina González, en entrevista durante la toma, denunció que el gobierno estatal y federal violentaron el estado de derecho de los miembros de la CRAC detenidos, pasándose por alto la Constitución, la Ley 701 y el convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) que les da la facultad a los pueblos originarios de autogobernarse.

Acusó a los gobiernos de mantener secuestrados a sus compañeros, a los 29 policías comunitarios y a los coordinadores de Ayutla y Olinalá, incluso denunció que los familiares de Nestora Salgado García viajaron hasta el penal de Tepic, Nayarit, para saber cómo estaba, pero allí les informaron que no fue recluida en el lugar, como indicó el gobierno estatal.

El promotor de la CRAC insistió en que sus compañeros fueron secuestrados por el Ejército, la Marina, y las policías de los diferentes niveles de gobierno.

En ese momento informó que en Ayutla también se movilizaban unos mil policías y habitantes del lugar por la misma razón.

En la mesa de negociación entre los miembros de la casa de El Paraíso y el secretario de Gobierno, Jesús Martínez Garnelo, que duró viernes y sábado, se acordó, según Molina González, que el Ejecutivo liberaría a los 29 policías comunitarios, y la CRAC, posteriormente a los policías ministeriales y municipales retenidos el día de la aprehensión de los coordinadores. Reprochó que anoche sólo soltaran a ocho en Acapulco.

La toma física del ayuntamiento se prolongó hasta casi dar las 16 horas, momento en que liberaron a los dos policías retenidos.

Molina González pedía que llegara alguna autoridad municipal, para entregar a los policías municipales, pero nadie acudió, y anunció que se quedarían con las tres armas; entonces los comunitarios se regresaron en marcha a su colonia El Fortín, y dejaron con cadena y candado las puertas del ayuntamiento, porque advirtieron que la toma continuaba.

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