jueves, 12 de septiembre de 2013

Auguran catedráticos y especialistas el fracaso de la reforma educativa de Peña


Patricia Muñoz Ríos

Catedráticos del Instituto de Investigaciones sobre la Universidad y la Educación (ISUE) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y expertos en el tema educativo como el presidente de Global University Network for Innovation (Red Universitaria Global para la Innovación) para América y el Caribe, Axel Didriksson, auguraron el fracaso de la recién promulgada reforma educativa.

Plantearon que México registra una crisis educativa ‘‘descomunal’’ y que la solución a ésta no es la reforma que ‘‘impuso’’ el gobierno del presidente Enrique Peña Nieto, ya que los grandes problemas del sistema no son tocados ni mucho menos resueltos en esta ley. La única propuesta de la reforma es que tan sólo con la evaluación de los profesores se va a resolver el atraso en este rubro, lo que es ‘‘una mentira’’.

En un foro realizado en el Sindicato de Trabajadores de la UNAM (Stunam), denominado Debate nacional sobre la reforma a los artículos tercero y 73 constitucionales, los expertos sostuvieron que será una ‘‘tarea titánica’’ pretender evaluar a más de un millón de profesores anualmente, y que ello será un fracaso, como lo fue la Prueba Enlace y más grave, porque se pretende hacer de manera estandarizada cuando, por ejemplo, 44 por ciento de las escuelas del país tienen profesores ‘‘multigrado’’.

Didriksson, quien también es investigador del ISUE y fue secretario de Educación del Gobierno del Distrito Federal, indicó que la evaluación de los docentes no va a mejorar la calidad de la educación. Para ello, dijo, se requeriría una ‘‘reforma integral’’ que contemple todos los aspectos de este renglón, desde los pedagógicos hasta los administrativos, y que tome en cuenta a todos los actores y no sea una imposición desde el poder.

Los profesores están en la calle protestando, aseguró, porque la reforma no es educativa sino laboral y porque se adivina una operación maniquea de las plazas con la llamada evaluación magisterial, la cual fracasará al igual que la prueba Enlace.

Marco Eduardo Marueta Reyes, tutor del doctorado en Pedagogía de la UNAM, presidente de la Asociación Mexicana de Alternativas en Psicología y escritor, expuso por su parte que hay una ‘‘debacle’’ educativa en México, porque desde los años 80 a la fecha, los funcionarios que han encabezado la Secretaría de Educación Pública (SEP) han sido ‘‘políticos improvisados’’, sin conocimiento del tema educativo y con un promedio de duración en el cargo de tres años para ‘‘brincar’’ a otro puesto.

Ahora, agregó el académico, el Estado mexicano quiere hacer caer toda la responsabilidad del fracaso de sus políticas en los maestros y se deslinda de las ‘‘erráticas políticas’’ que ha instrumentado en la materia.

A su vez, el doctor Mario Rueda, investigador del ISUE y quien forma parte del Sistema Nacional de Investigadores (SNI), coincidió en que la reforma educativa apuesta todo a que la evaluación resolverá el problema de la educación en México, y esto es mentira.

En cambio, lamentó, no hay claridad en el enfoque pedagógico que adoptará la educación pública, tampoco se definieron los perfiles de actuación que se pedirán a los educadores y se cometerá el error de hacer una evaluación estandarizada, cuando son variables las condiciones de trabajo de los docentes y hay problemas estructurales fuertes que no se tocan en la reforma, apuntó.

En el foro, el dirigente del Stunam, Agustín Rodríguez, hizo ver que los maestros no se oponen a la evaluación, sino al uso político y jurídico que se le dé a la misma, porque les van a quitar su derecho básico a la estabilidad laboral y en la práctica les van a modificar su contrato colectivo de trabajo.

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