Orizaba, Ver.- La manipulación mediática y la represión del Estado serán las formas con la que se impondrá el paquete de reformas estructurales que propone el gobierno federal, con ello, la protesta social irá en aumento y de paso con la posibilidad de conflictos sociales mayores, refiere el Movimiento Revolucionario Lucio Cabañas Barrientos (MRLCB) y llama a reivindicar, “el derecho a contraponer la fuerza popular, armada y no armada, ante la violencia sistémica y la represión”.
En un comunicado de prensa, esta agrupación fija su posicionamiento ante las acciones represivas con las que se intenta acallar las movilizaciones sociales que hay en el país, de entrada el documento cita textualmente: “El maniquí sin cerebro que funge como gerente del actual narco gobierno advirtió: las reformas van y los que se opongan sentirán toda la fuerza del estado democrático. Lo que quiso decir Peña Nieto es que para imponer las reformas combinarán la represión con la manipulación mediática”.
“Desde hace varios años el desgobierno con asesores estadonidenses ha implementado una guerra de cuarta generación en la que mediante la manipulación informativa y la acción psicológica busca crear consenso para criminalizar la protesta social y manipular la conducta de gran parte de la opinión pública para que avale, o por lo menos, sea indiferente ante la represión. A través de las televisoras fomentan el rechazo y el odio hacia quienes luchan contra la embestida empresarial”, señala el texto del cual La Jornada Veracruz tiene una copia.
Asimismo apunta:
“Las reformas educativa, energética y fiscal junto con la ya aprobada reforma laboral legitiman y fortalecen el saqueo y la rapiña de los que ya se apropiaron de casi todos nuestros riquezas nacionales y van por lo que queda. Las televisoras y los analistas repiten y repiten que las reformas nos van a catapultar directo a la modernización, al progreso y al desarrollo. Ni siquiera tienen imaginación para inventar nuevos argumentos ya que este discurso lo han repetido desde que Salinas le vendió Telmex a Slim”, expone.
“(Hoy), la promesa modernizadora fue reciclada para aprobar la reforma laboral e imponernos el pago por hora, el trabajo a destajo, las cuotas por productividad y los contratos renovables mes a mes, igualito que en USA, nada más que allá el salario es en dólares”.
Asimismo el documento de casi ocho cuartillas de extensión, apunta:
¿Puede entonces alguien creer el discurso oficial? Pues sí, gracias al lavado de cerebro y a la manipulación de emociones como el miedo al “otro”, en este caso al “subversivo”, al “delincuente”, al “extremista”, al “violento”. El miedo al cambio, a perder las libertades y la constante invitación al conformismo. Mientras puedas ver tele y consumir, estás bien.
A la vez define:
“El subversivo, delincuente, extremista violento” es el rubro en el que el gobierno cataloga a los jóvenes, más si son pobres, peor si son críticos; incluye también a todos los trabajadores que luchan por mejorar sus condiciones laborales, señala.
Muy especialmente los pueblos que luchan contra el despojo de sus aguas y tierras. Ya traspasaron los límites permitidos por el mal gobierno al atreverse a formar policías comunitarias y grupos de autodefensa para enfrentarse al despojo y a la delincuencia organizada.
En el mismo texto, dice que contra los pueblos que ya empezaron a armarse y auto defenderse, “gobernación implementó por un lado la creación de grupos armados, supuestamente también de autodefensa pero que en realidad son paramilitares y sicarios del narco al servicio del mal gobierno”. Estas falsas autodefensas tienen el doble objetivo de dividir a los pueblos y de crear mala fama ante la opinión pública pues efectivamente son narcos y asesinos.
Hay más:
“Otro ejemplo de que la guerra de cuarta generación ya está en marcha en nuestro país es el bombardeo mediático contra los maestros. Las televisoras utilizan las molestias de tráfico, los supuestos privilegios magisteriales y el temor a la pérdida del año escolar como argumentos para incitar al odio entre mexicanos. Se trata de una operación mediática para criminalizar y aislar la lucha social”.
Las tan publicitadas reformas “estructurales”, dice el texto, “le rematan lo que queda de nuestra riqueza a la oligarquía nacional y extranjera que se han apropiado de los minerales, petróleo, agua, bosques, nuestra diversidad biológica, telecomunicaciones, electricidad, ferrocarriles, carreteras, líneas aéreas, aeropuertos, playas, astilleros, puertos marítimos y todo lo que podría sostener una economía autosustentable”.
“Hoy las ganancias benefician a esos multimillonarios, lavadores de grandes capitales provenientes no sólo del narcotráfico sino también de la trata de personas, el cobro de piso y otras actividades mafiosas que hoy sostienen gran parte de la economía nacional”.
Un ejemplo, continúa, de cómo nos “benefician” las reformas constitucionales es que actualmente más de 30 millones de hectáreas del suelo nacional (un territorio mayor al estado de Chihuahua) está concesionado a las empresas mineras nacionales y extranjeras, ¿y los pueblos que se resisten al despojo disfrazado de “concesiones”? ¿Dónde están? Algunos ya emigraron y fueron a engrosar los cinturones de miseria de las ciudades, otros fueron cooptados por los narco militares, otros fueron asesinados o están presos y muchos resisten como sucede en Michoacán, Guerrero, Veracruz, Morelos, Oaxaca, San Luis Potosí y demás estados ricos en oro, plata, hierro y otros minerales que enriquecen la economía de los países saqueadores, los del primer mundo que pueden serlo gracias a ese continuo saqueo que hacen de nosotros los países del tercer mundo, emergentes, endeudados”.
El comunicado además apunta:
“El gobierno de los ricos desmantela la industria nacional, destruye la agricultura en beneficio de las trasnacionales como Monsanto (corrida de muchos países europeos). Esta política entreguista provoca mayor desempleo, mayor migración, mayor delincuencia. A cambio nos dan las limosnas de Oportunidades, la cruzada contra el hambre, el seguro popular, el prometido y selectivo seguro de desempleo y demás medidas que son algo así como un subsidio que invierten los de arriba para mantenernos aplacados a los de abajo mientras se llevan todo”.
Ante estas condiciones, prosigue, “sólo nos queda la organización. La ayuda no es una limosna que nos dan porque son buenas gentes. Es su obligación ya que ellos solo son administradores del dinero que es del pueblo. Los miles de millones de dólares que entran diariamente por la venta de millón y medio de barriles de petróleo al día no son para que se los roben ni para que paguen la deuda externa sino para beneficiar al pueblo”.
Como propuesta, apunta, “nosotros somos parte de ese proceso de lucha porque de algo no se han podido adueñar y es de la voluntad popular de construir un México donde quepamos todos y los pueblos sean dueños y beneficiarios de los recursos que están en sus tierras. No renunciamos al derecho constitucional y ético de utilizar todas las formas de lucha para derribar a los gobiernos que no benefician al pueblo”.
“Es tiempo de continuar la creación activa de las fuerzas populares mediante las luchas de resistencia en todos los frentes construyendo un poder popular que restituya el tejido social que el neoliberalismo destruye día a día, encontrando en la solidaridad, la honestidad, el colectivismo y la unidad de los de abajo las armas morales que consoliden a las organizaciones populares. Esa consolidación no se puede dar sin una ética de lucha”.
Concluye:
“Nosotros creemos que es urgente movilizarnos contra todas las políticas neoliberales que pisotean nuestros derechos pero también es urgente y necesario que trabajemos todos, desde la capacidad de cada quien, por la claridad política, ampliando los sectores conscientes y organizados de nuestro pueblo”.
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