En Cuernavaca, golpe fallido de García Luna
RICARDO RAVELO
Genaro García Luna y sus muchachos cosechan pifias. Una más ocurrió el martes 5 en Cuernavaca, Morelos. Obsesionados por capturar al Borrado, un operador del cártel de los Beltrán Leyva, más de 200 agentes irrumpieron en una casa y se llevaron detenidos a varios de sus familiares, pero no al capo. Una fuente consultada por este semanario sostiene que la policía les vació la casa y les sembró armas para poder acusarlos de delincuentes.
Poco antes de que finalizara el mes de abril, el titular de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP), Genaro García Luna, tuvo conocimiento de que el capo Alberto Pineda Villa, El Borrado –pieza clave de la célula que encabezan los hermanos Beltrán Leyva– visitaría una de sus casas de Cuernavaca, Morelos, otrora feudo del cártel de Sinaloa, para convivir con sus padres y otros familiares cercanos.
A través de los órganos de inteligencia, que seguían los pasos de Pineda Villa, García Luna y sus subalternos Luis Cárdenas Palomino y Armando Espinoza de Benito –coordinador general de Inteligencia de la Policía Federal Preventiva (PFP) y comisionado de la División Antidrogas de la Agencia Federal de Investigación (AFI), respectivamente– pretendían detener al Borrado desde octubre de 2008, cuando el titular de la SSP fue interceptado cerca de Tepoztlán, Morelos, presuntamente por un grupo armado al servicio de Arturo Beltrán Leyva –jefe del mismo capo–, que maniató a su escolta y llevó al funcionario policiaco a una casa donde le reclamaron "si esta vez iba a cumplir los acuerdos pactados" (Proceso 1672).
Pineda Villa no es una figura menor dentro del narcotráfico. En la averiguación previa PGR/SIEDO/UEIDCS/0241/2008 –iniciada el año pasado, cuando el procurador Eduardo Medina Mora anunció la Operación Limpieza– se le menciona como enlace entre altos funcionarios de la SIEDO con los hermanos Beltrán Leyva, quienes recibían información sobre las investigaciones en su contra a cambio de pagos superiores a los 450 mil dólares mensuales.
Mediante sus enlaces dentro de la SIEDO, El Borrado "enganchó" a varios funcionarios de primer nivel, entre ellos al subprocurador Noé Ramírez Mandujano, quien está preso en un penal de alta seguridad de Tepic, Nayarit, acusado de recibir sobornos del narcotráfico a cambio de información.
Como parte de la citada averiguación, el testigo protegido con nombre en clave Saúl declaró que el agente federal Javier Jiménez Sánchez, El Pinocho, era el contacto a través del cual Miguel Colorado, quien fuera coordinador de inteligencia de la SIEDO (actualmente preso en el penal de Puente Grande, Jalisco, en espera de ser extraditado a Estados Unidos), le proporcionaba información en torno a las investigaciones que realizaba la PGR en contra de los Beltrán Leyva.
Saúl también declaró que Jiménez Sánchez "se reportaba directamente con El Borrado, uno de los principales integrantes de dicha organización delictiva y que se encuentra en la misma categoría que El Grande (Sergio Villarreal Barragán), operador del cártel en la Comarca Lagunera y en el estado de Morelos.
Pineda Villa es perseguido desde que los Beltrán Leyva rompieron relaciones con Joaquín El Chapo Guzmán Loera, en enero de 2007, tras la aprehensión de Alfredo Beltrán Leyva, El Mochomo.
Este es un extracto de reportaje que publica la revista Proceso en su edición 1699 que empezó a circular este domingo 24 de mayo.
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