sábado, 30 de mayo de 2009

Norcorea: la amenaza nuclear



Norcorea: la amenaza nuclear

LEONARDO BOIX

LONDRES, 29 de mayo (apro).- El lanzamiento la semana pasada de tres pruebas nucleares por parte de Norcorea y su decisión de anular el armisticio de 1953 con Corea del Sur tras una "declaración de guerra" contra Seúl, generó alarma en todo el mundo y hace temer ahora una guerra nuclear con efectos devastadores para la península coreana y el resto del planeta.

El régimen de Kim Yong-il realizó una prueba nuclear el lunes 25 de mayo, que acompañó con misiles de corto alcance al Mar de Japón y que repitió dos días después con un test de un vector. 

"Cualquier acto hostil contra nuestros buques pacíficos, incluidos allanamientos o secuestro, será considerado como una violación imperdonable a nuestra soberanía", afirmó un portavoz de la Armada norcoreana en un comunicado difundido el pasado miércoles en Pyongyang.

"Responderemos inmediatamente con un ataque militar poderoso", agregó.

Norcorea sostiene que la adhesión de Seúl a la Iniciativa de Seguridad contra la Proliferación (PSI), impulsada por Estados Unidos en 2003, viola los términos del armisticio de 1953. 

El armisticio puso fin a la Guerra de Corea (1950-1953), pero no fue refrendado por un acuerdo de paz, lo que implica que persiste el estado de guerra. 

La iniciativa PSI apunta a interceptar la transferencia de tecnología y armas de destrucción masiva, por lo que, según Pyongyang, la decisión de Seúl viola el armisticio, que veta cualquier intento de bloqueo naval en la región. 

Según fuentes de Seúl consultadas por la BBC el pasado 26 de mayo, la Comisión Permanente para la seguridad de Corea del Norte, que reanudó actividades en la planta nuclear de Yongbyon (cerrada en julio de 2007 como parte del acuerdo de desarme), manifestó que la decisión de Corea del Sur implica una "declaración de guerra". 

Por su parte, Seúl advirtió, en un comunicado emitido el miércoles 27, que responderá "severamente" a cualquier provocación de Pyongyang en aguas territoriales del Mar Amarillo, donde Corea del Norte anunció que no está en condiciones de "garantizar la seguridad de naves extranjeras". 

"Reaccionaremos en forma decisiva", manifestó el gobierno surcoreano en la nota divulgada a los medios de prensa. 

 

"Abierta violación"

 

Tanto para el presidente de Rusia, Dmitri, Medvedev, como para el mandatario de Corea del Sur, Lee Myung Bak, las pruebas nucleares de Corea del Norte constituyeron "una abierta violación de la resolución 1.718 del Consejo de Seguridad de ONU". 

Según fuentes del gobierno ruso consultadas el jueves 28 por el periódico The Guardian de Londres, Moscú está adoptando "medidas preventivas", incluso de "carácter militar", ante el agravamiento de la situación en la región. 

"El agravamiento de la situación en la región como consecuencia de las últimas decisiones y acciones de Pyongyang puede tener consecuencias en la seguridad de la población del extremo este ruso", sostuvieron las fuentes. Por ello, dijeron que "es necesario adoptar una serie de medidas preventivas", entre ellas el refuerzo del control de radares y la protección de la población civil. 

"No se trata de una concentración de tropas, sino de medidas en la perspectiva de un conflicto en la península coreana con utilización de armas nucleares", agregaron. 

De los esfuerzos para el desmantelamiento de las plantas nucleares de Corea del Norte, de los cuales se retiró Pyongyang, participan Estados Unidos, Rusia, China, Corea del Sur y Japón.

El pasado 27 de mayo los países con derecho a veto del Consejo de Seguridad de la ONU acordaron endurecer las sanciones contra Corea del Norte y destacaron el éxito de los contactos a puertas cerradas de los delegados de China, Rusia, Francia, Gran Bretaña, Estados Unidos, Japón y Corea del Sur, para establecer los principios de una nueva resolución antes de entregar los contenidos a los otros miembros del Consejo de Seguridad. 

Algunas propuestas presentadas van desde el endurecimiento del embargo de armas hasta el congelamiento de los bienes individuales, el bloqueo de los vuelos y restricciones en operaciones financieras y bancarias de ese país asiático. 

También se analiza la posibilidad de inspeccionar los cargueros que entren y salgan de los puertos norcoreanos: una de las preocupaciones del P5+2 es que Pyongyang venda material nuclear a otros países o grupos terroristas. 

En tanto, las autoridades militares surcoreanas y estadunidenses elevaron el nivel de alerta sobre Corea del Norte de 2 a 3, en línea con las repetidas tensiones ligadas en mayor medida a los ensayos nucleares de Pyongyang. Así lo informó Won Tae-jae, vocero del ministerio de Defensa de Seúl el pasado 28 de mayo. 

"A las 7.15 locales de hoy el comando combinado de Corea del Sur y Estados Unidos elevó el nivel de alerta sobre el Norte del nivel 3 al 2", manifestó el portavoz, al confirmar que el Ministerio de Defensa de Seúl "aumentará las operaciones de reconocimiento en Norcorea".

"Aumentaremos la vigilancia al norte del país, con más aviones y personal movilizado", agregó Tae-jae, quien admitió que Estados Unidos aumentará su ayuda en apoyo de Inteligencia.

 

En peligro, la paz mundial

 

El abril pasado, Corea del Norte lanzó un misil de largo alcance al espacio aéreo japonés, que dijo tenía objetivos pacíficos de comunicación satelital, en un hecho que, sin embargo, enfureció a la comunidad internacional. 

En un informe publicado por la revista británica The Economist el pasado 27 de septiembre, se informa que el 23% de los hombres y el 37% de las mujeres de Norcorea tienen algún miembro de su familia que ha muerto por hambre.

Además, destaca que más de un cuarto de la población ha sido arrestado, y entre aquellos que fueron detenidos por motivos políticos, el 

90% atestiguó casos de privación del alimento; el 60 % observó muertes por golpes o torturas, y el 27 % presenció muertes por golpes o torturas. Otro 

27 % presenció ejecuciones.

En Corea del Norte, que pasó por una hambruna de 1995 a 1998 en la cual se estima que fallecieron más de un millón de personas, uno de cada 20 personas pertenece a las Fuerzas Armadas, y uno de cada 40 ha sido encarcelado. 

Según el Economist, el régimen de Kim Yong-il ha clasificado a la mitad de la población como hostil a su ideología y prohibió los teléfonos móviles e Internet. Las estaciones de radio y televisión sólo pueden transmitir la información estatal.

En su investigación, la publicación británica concluyó que el impacto de la desnutrición prolongada ha generado que la diferencia en la expectativa de vida entre habitantes de Corea del Sur y Corea del Norte sea de 12 años. 

Por su parte, Amnistía Internacional (AI) denunció, el pasado 27 de mayo en Londres durante la publicación de su Informe Anual 2009, que en Norcorea existen campos de prisión y concentración con una población estimada de entre 150 mil y 200 mil internos (alrededor del 0,85% de la población), con numerosos casos de tortura, inanición, violaciones, asesinatos, experimentos médicos, trabajo forzado y abortos forzados.

En el documento también se acusa al gobierno de Pyongyang de negar el acceso al país de observadores independientes que puedan evaluar la situación de la población, que padece "la mayor escasez de alimentos" desde fines de la década de los 90.

Una eventual guerra entre ambas Coreas, con el apoyo de Estados Unidos a Seúl, podría desestabilizar no sólo a la región de la península coreana, sino poner en serio peligro la estabilidad y la paz mundial.

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