lunes, 20 de julio de 2009

Zelaya da por concluido el diálogo en San José con el gobierno de facto




Micheletti rechaza la propuesta del mediador; viola la soberanía de Honduras, sostiene
Zelaya da por concluido el diálogo en San José con el gobierno de facto
Sin un acuerdo la opción es el derramamiento de sangre, advierte el mandatario de Costa Rica
EU dice que observa de cerca la situación, pero espera una solución de los hondureños

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El presidente de Costa Rica, Óscar Arias (cuarto de izquierda a derecha), acompañado de las delegaciones de Manuel Zelaya y Roberto Micheletti, tras el anuncio del fracaso del diálogo en Costa Rica para resolver la crisis política en Honduras, desatada por el golpe de Estado del 28 de junioFoto Ap
Reuters, Afp y Dpa

San José, 19 de julio. El presidente constitucional de Honduras, Manuel Zelaya, dio por terminado el diálogo con el gobierno de facto de Roberto Micheletti, después que éste rechazó las propuestas del mediador Óscar Arias, que incluían la formación de un gobierno de unidad nacional, pero aseguró que nadie puede impedir su retorno al país tras el fracaso de las negociaciones sobre la crisis política abierta con el golpe de Estado.

Zelaya, en conferencia de prensa celebrada en Managua después del rompimiento de las negociaciones, afirmó que volverá a su país el próximo fin de semana y a partir de ahora empezamos a organizar la resistencia interna para mi retorno al país, al tiempo que señaló que la comunidad internacional tiene un reto y deber actuar.

El mandatario constitucional apeló al derecho de los hondureños a la insurrección contra la opresión y a la desobediencia civil, que incluye no pagar impuestos y desobedecer a un gobierno ilegítimo.

Las delegaciones enviadas por Zelaya y el gobierno de facto a San José, fracasaron en la segunda ronda de negociaciones en encontrar una salida negociada a la peor crisis política en América Central en 20 años, pero el gobernante costarricense, Óscar Arias, pidió, como mediador, un plazo de tres días a Zelaya y a Micheletti para reconducir la negociación.

El premio Nobel de la Paz 1987, para quien la alternativa al diálogo puede ser una guerra civil y un derramamiento de sangre, externó su deseo de tomarse 72 horas más para continuar trabajando, a ver si podemos lograr un acuerdo entre las partes en conflicto.

La alternativa es que se va a derramar sangre en Honduras si no llegamos a un acuerdo que permita regresar al presidente Zelaya pacíficamente, advirtió, y añadió que es mi obligación insistir hasta donde me den las fuerzas.

Directa intromisión

En voz de Carlos López, coordinador de la delegación del gobierno de facto, son inaceptables las propuestas de Arias integradas en un plan de siete puntos para resolver la crisis, en particular la recomendación número uno relacionada con la restitución de Zelaya en el poder, la que consideró una directa intromisión en los asuntos internos de su país.

Lo siento mucho, pero las propuestas que usted ha presentado resultan inaceptables para el gobierno constitucional de Honduras que yo represento, dijo López a Arias, que durante sábado y domingo trató infructuosamente de lograr un acuerdo entre las delegaciones enfrentadas.

Para López, la mediación no ha sabido comprender que la pretensión de imponer como presidente a José Manuel Zelaya Rosales va en contra del derecho interno de la República e infringiendo el principio de la igualdad soberana de los estados, es absolutamente inaceptable, constituye una abierta intromisión en los asuntos internos de Honduras y una lamentable desnaturalización de la mediación.

López había presentado por la mañana un contrapropuesta en la que aceptaba el regreso de Zelaya, pero con el fin de que se someta a la justicia. Se acepta, decía un texto divulgado a los medios, su regreso a Honduras con las garantías necesarias para que pueda ejercer su derecho ante los órganos jurisdiccionales competentes del Poder Judicial.

En respuesta a la postura de los golpistas, la jefa de la delegación de Zelaya, Rixi Moncada, dio por terminado el diálogo. Lamentamos profundamente que la delegación del gobierno de facto no haya expresado su sometimiento a esa resolución de la Organización de Estados Americanos, que exigió la restitución del presidente constitucional, señaló.

El plan de Arias preveía la restitución de Zelaya en el poder, la creación de un gobierno de conciliación nacional integrado por todas las fuerzas políticas, adelantar los comicios y que el presidente constitucional renuncie a realizar una consulta para convocar una Asamblea Constituyente, entre los principales puntos.

Tras el fracaso del diálogo, el secretario general de la Organizacion de Estados Americanos, José Miguel Insulza, advirtió que el organismo mantendrá y ampliará la presión.

En tanto, un vocero del estadunidense Departamento de Estado sostuvo que Washington “sigue de cerca la situación. Al fin y al cabo –dijo–, esto tiene que ser una solución de los hondureños para Honduras”.

El presidente de Bolivia, Evo Morales, señaló a su vez que el golpe de Estado en Honduras es una advertencia a los gobiernos progresistas de América Latina y el Caribe que consolidan mecanismos de integración económica y política, como la Alianza Bolivariana para las Américas (Alba), y llamó al de Micheletti a que renuncie a su cargo para darle una buena imagen a Honduras y respetar la democracia y la Constitución”.

De su lado, el gobierno de Cuba demandó a Estados Unidos que deje de prestar apoyo militar al gobierno de facto de Honduras retirando sus fuerzas de tarea de ese país para que Zelaya pueda recuperar el poder, mientras que el presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, descalificó la mediación de Arias y lo calificó de instrumento de los golpistas.

Al interior de Honduras, entre tanto, los movimientos que apoyan a Zelaya anunciaron medidas más drásticas a partir de mañana. Ellos acaban de declarar una guerra civil. Ellos son los que rechazaron el diálogo, dijo Bararinia Morales, de la Central Unitaria de Trabajadores, en relación a los golpistas, que prorrogaron el toque de queda en el país, al tiempo que exhibían una estatua y un busto de Manuel Zelaya que, dijeron, fueron encargados por el depuesto mandatario y estaban guardados en la casa presidencial.

Anoche, una granada de fragmentación fue lanzada a la sede del Colegio de Abogados de Honduras, sin causar heridos pero sí daños materiales.

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