Hace 99 años, un 20 de noviembre, inició la tercera transformación de la vida pública de México con el estallamiento social conocido como La Revolución. A casi un siglo de distancia las condiciones queimperaban en el país no han cambiado, al contrario, se han agravado. Para millones de mexicanos la situación es similar a aquel lejano 1909, lo cual nos lleva a la conclusión de que los componentes que dieron forma al descontento social (corrupción, cinismo, hipocresía, tráfico de influencias, violación de derechos humanos, robo, saqueo, explotación, impunidad, etc.) siguen vigentes.
La clase gobernante se ha convertido en la clase parásita más nefasta que hemos padecido en décadas. El hambre, la desigualdad, la injusticia, la pobreza extrema, la manipulación, la represión, el saqueo, la explotación laboral y la impunidad, que han creado éstos parásitos, ha llegado a niveles inauditos; tanto así que los organismos internacionales han reprobado a México en transparencia, educación, crecimiento económico, pobreza, violación de derechos humanos y un largo etcétera, que lo único que nos queda como sociedad es iniciar la IV tranformación de la vida pública de México. Nosotros le llamamos la revolución de las conciencias, aunque muchos piensan que por esta vía, la pacífica, no se logrará nada, y algunas veces he llegado a estar de acuerdo con los que creen que solo la vía armada puede iniciar el cambio. Espero que no se incendie el país como hace un siglo, pero si seguimos siendo apáticos, manipulados, agachones y mediocres, llegará el día en que muchos de los que padecen la opresión de este régimen se levantarán en armas.
Para evitar el estallido social necesitamos que todos los mexicanos, por lo menos la mayoría, asuma su papel de ciudadano responsable y participe en las movilizaciones que se llevarán a cabo de aquí para adelante. Porque sabemos que la oligarquía no cambiará, al contrario, recrudecerá sus ataques en contra de los que estamos luchando, por la vía pacífica, para cambiar el actual régimen. Necesitamos un nuevo constituyente que satisfaga las necesidades de las mayorías. En caso contrario estaremos vertiendo la última gota que derramará el vaso.
Esto es lo que pienso después de haber asistido a la 3ra asamblea nacional de resistencia popular convocada por el SME. Por cierto, no acudió ningún representante del gobierno legítimo. ¿Qué pasó?
P.D. Les debo el video del discurso de Martín Esparza, en el cual denuncia la corrupción que impera en la CFE y que es solapada por el hijo de perra de FeCal.
Creo que Youtube ya se hizo CHUCHO.
POR SALUD MENTAL, APAGA LA TELEVISIÓN.
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