Julio Ricardo Blanchet Cruz
• Del dicho al hecho…
09 enero 2010
jrbc@diariolibertad.org.mx
El que el honorable abogado Gómez Mont, afortunadamente sin aspiraciones políticas (toda vez que, según su propio dicho, él no es político) haya declarado que las igle$ias debe acatar la Ley, no basta…
Sobre todo en estos tiempos en donde el Estado Laico se ha roto y los religiosos, especialmente los vaticanos, que son de los peores, dicho sea solo de paso (aunque ninguno se escapa) van por la libre…
Y no solamente violando lo establecido en nuestra vilipendiada Constitución referente a la laicidad, sino hasta burlándose de la sociedad al dizque proteger la vida de los no nacidos, cuando por todos es sabido que la moral no es precisamente lo suyo…
Sin pasar por alto que el asesinar en el nombre de su Dios a quienes no crean en su palabra, ha sido la bandera con la que han navegado desde siempre…
Y que de hecho, de nueva cuenta han logrado dividir peligrosamente a los mexicanos que, amedrentados por las amenazas que reciben de ser condenados al fuego eterno (y vaciladas por el estilo) si no cumplen sus absurdas creencias, les siguen el juego…
Un juego perverso en el que ellos son los únicos que salen ganando. Solo que ya hay situaciones que son insostenibles y las igle$ias no pueden estar por encima de la Ley, la razón y el sentido común…
Que son quienes dictan que lo del secreto de confesión es solo un ridículo pretexto para justificar su evidente sociedad con los delincuentes…
Las Leyes establecen que todo el que tenga conocimiento de la comisión de un delito, debe denunciarlo a las Autoridades correspondientes. Y ciertamente que los cura$ no están dentro de las excepciones que también marca la Ley…
Por lo que las declaraciones de la Secretaría de Gobernación suenan a huecas, por no decir que a complicidad, toda vez que las propias creencias de don Fernando por lo visto lo tienen mentalmente atado para actuar conforme a Derecho…
A menos de que ahora así sean las condiciones del Gobierno, en donde los violadores de las Leyes son avisados de que esas cosas no se hacen y que se van a condenar si las siguen haciendo…
Y nos vemos mañana, si el Sol me presta vida.
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