TLC fue un instrumento y no una panacea: Carlos Salinas

TLC fue un instrumento y no una panacea: Carlos Salinas

Rechazó los estereotipos en torno al Tratado e instó a impulsar las reformas que el país necesita.

Agencias

México, DF. El ex presidente mexicano Carlos Salinas de Gortari desmintió una serie de “estereotipos” en torno al Tratado del Libre Comercio, mismo que, dijo, permitió que las relaciones comerciales entre México y EU adquiriesen "certidumbre" al estar basadas en unas "reglas claras", y no en "criterios discrecionales" de cada gobierno estadunidense.

El TLC, dijo, es "un instrumento, no la panacea", que quedó inconcluso porque Ernesto Zedillo no implantó las reformas de segunda generación, dijo, y consideró necesario llevar a cabo "las reformas que el país requiere".

Durante la negociación del tratado, en los años 90, se reconoció la "asimetría" que existía entre los tres distintos países que lo signaron, cada uno tenía "realidades distintas", y por eso se acordó una apertura gradual, misma que a la postre no se supo concretar, dijo Salinas, primer participante en el foro 'México, entre norte y sur', de acuerdo a Europa Press.

En este foro realizado hoy y mañana en Madrid, bajo el auspicio de la Fundación Botín, también participarán el jefe de gobierno del Distrito Federal, Marcelo Ebrard, y otras personalidades como el ex presidente del IFE, José Woldenberg.

TLC y falsos mitos

Salinas expuso que entre los mitos propagados sobre el TLC o NAFTA (por sus siglas en inglés) se dice que éste "arruinó a los trabajadores mexicanos" y que propició la "migración masiva" a los países del norte.

Sin embargo, indicó, gracias al tratado “los trabajadores vinculados a los sectores de exportación "han estado ganando un 40 por ciento más" que los demás trabajadores y que el verdadero problema es que en algunas regiones esos sectores son mayoritarios y en otras apenas están presentes, de manera que "el reto es interno".

En cuanto a la migración, dijo, no es un fenómeno nuevo, y fue agravada por la crisis económica que experimentó México en 1995. El TLC, en su opinión, permitió "revertir más rápido" los efectos de la crisis.

Contra el estereotipo de que el TLC encadenó el comercio de México con Estados Unidos dijo que en realidad, antes del NAFTA el comercio bilateral se situaba entre el 60 y el 90% del total de las exportaciones dirigidas a ese mercado.

Asimismo, ante la acusación de que el NAFTA provocó el abandono de América del Sur, Salinas dijo que también se firmaron acuerdos bilaterales con Bolivia, Chile, Colombia, Cota Rica y Venezuela, donde el nivel de exportaciones mexicanas hacia esas naciones se elevó en 112% en cinco años. Además, recordó que se inició el mecanismo de la Cumbre Iberoamericana, para que esa parte del mundo tuviera una voz unificada.

En lo referente a que el TLC desindustrializó a México, el ex mandatario expuso que al contrario, el país tuvo un despegue en todo el sector de la manufactura de exportación, y se convirtió en uno de los principales productores de la industria automotriz. Sin embargo, admitió que en materia textil, China desplazó a México.

Sobre el abaratamiento de la mano de obra. Salinas indicó que en términos generales, los obreros del sector exportación elevaron sus ingresos en 40%. Sin embargo, esto se vio principalmente en los estados del norte del país, donde se ubican la mayor parte de los trabajadores en el sector exportación, mientras en estados como Oaxaca, sólo un 5 por ciento se emplea en este ramo.

Además, el mandatario destacó los aspectos más positivos del TLC, como la despetrolización de la economía. Se tenía una dependencia de los hidrocarburos del 80 por ciento del total de las exportaciones; hoy en día es de 10 por ciento y el peso del comercio exterior del PIB se incrementó de 38 a un 65 por ciento, aseguró.

Reformas de segunda generación

Al abordar las críticas sobre porqué con el TLC México no avanzó al ritmo de otras economías emergentes en el mundo, el ex presidente dijo que fue la falta de consolidación del tratado lo que puso el freno. El gobierno de Ernesto Zedillo incumplió la etapa para la segunda generación de reformas financieras, eso dejó inconcluso al Tratado de Libre Comercio y provocó el rezago en el crecimiento de la economía mexicana, dijo.

Expresó su desacuerdo con la idea de que "la globalización cancela la soberanía" y subrayó que este es "el principio fundamental y rector" de la "vida cotidiana" de los mexicanos, pero dijo que es algo que depende de "la legitimidad del Estado", que "se la da el pueblo cuando hay justicia social", y no de los "desplantes" que se puedan hacer a otros países.

El ex mandatario concluyó afirmando que aunque México "tiene la capacidad de ser un puente entre el norte y el sur", el NAFTA es "un instrumento, no la panacea", y es necesario llevar a cabo "las reformas que el país requiere".

En cuanto a la política interna mexicana, el ex presidente Salinas de Gortari aseguró que "serán los votantes los que den respuesta a las posibles alianzas políticas" que se puedan llevar a cabo en su país de cara a las próximas elecciones presidenciales en 2012.

Fuente: La jornada

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