Guillermo Álvarez Nicanor
Este domingo hicimos una gran fiesta: danzas, música de viento, bombas chinas, cuetes, dianas, aplausos y unas 500 personas que nos acompañaron en la misma.
Estuvieron presentes grandes dirigentes del movimiento indígena: Genaro Domínguez, de la Coordinadora Indígena nacional; Saúl Vicente, experto en el tema indígena del Foro Permanente sobre Pueblos Indígenas de la Organización de las Naciones Unidas; Isidro Pedraza Chávez, dirigente Nacional de Unidad de la Fuerza indígena y Campesina.
(También nos acompañaron) Genaro Mendoza Clemente, dirigente Nacional de la Central de Obreros, Campesinos y Populares; el profesor Eliseo Alonso Astudillo, del Consejo para el Desarrollo de las Comunidades, entre otros invitados, desde luego sin faltar el ex diputado Federal y dirigente del Movimiento Indígena Nacional, hasta el día del festejo, presidente del Consejo de Pueblos Nahuas del Alto Balsas Guerrero, Marcelino Díaz de Jesús.
En esta gran fiesta reflexionamos sobres nuestros tropiezos y sobre todo, nuestros triunfos, lo más grande de esto es la cancelación del proyecto hidroeléctrico San Juan Tetelcingo y habernos conocido entre nosotros para emprender las luchas.
Hicimos el inventario de las obras de infraestructura que logramos arrancarle al Gobierno como la pavimentación de la carretera Xalitla–San Francisco Ozomatlán, los sistemas de agua y drenaje, los servicios médicos y las escuelas.
Hoy a 20 años podemos decir que hemos ganado, pero tenemos que seguir avanzando, hace falta mucho por hacer, seguramente no lograremos lo que nos hemos propuesto, porque el tiempo siempre es poco, nunca alcanza, pero de lo que sí estamos seguros es que hemos sembrado la semilla que germinará y de allí saldrán nuestros sucesores.
Los pueblos indígenas siempre estaremos a la defensiva, porque equivocadamente el gobierno cree que somos tontos y que puede hacer con nuestros territorios lo que mejor le plazca. Se equivoca y demostraremos que se equivoca.
Desde estas trincheras les decimos a nuestros hermanos de Cacahuatepec que no están solos, que estamos aquí y lucharemos juntos para impedir la construcción de una presa donde no les beneficia en nada y sobre todo que no están de acuerdo.
El gobierno no puede disponer de las tierras que no son suyas y los únicos que pueden decidir sobre ellas son los legítimos propietarios, los comuneros de Cacahuatepec.
Hagamos valer nuestros derechos, el Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), es vigente en nuestro país y tiene el rango constitucional según el 133 de la Constitución y en los artículos 6 y 7 dice: que los gobiernos deben consultar a los pueblos y los interesados deben decidir sus prioridades que atañe su propio desarrollo.
En este caso los pueblos han dicho ¡No! ¿Acaso no entiende lo que significa NO? Espera que los pueblos le expliquen de otra manera? Qué gobierno más bruto.
Fuente: Notas Rebeldes
Difusión: Soberanía Popular
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