PAULA CARRIZOSA
El historiador francés Pierre Pécastaing, quien durante 10 años revisó los documentos oficiales y privados de Charles Ferdinand Latrille, conde de Lorencez –entre ellos la serie de epístolas que le escribió a su esposa durante su estancia en Puebla–, señaló en una entrevista que este general se caracterizó por “hacer su propia guerra, ya que estaba convencido que él había nacido para ganar”.
Recordó que en Francia como en México la figura de este general no ha sido estudiada dado que el 5 de mayo representa para unos un episodio de vergüenza y para otros una fecha de celebración.
En el caso de este país, opinó que durante “más de un siglo, México no ha salido del ghetto del ultranacionalismo ni de la celebración de la fiesta mítica”, mientras que en el caso de la nación gala, el máximo reconocimiento es un “panegírico de la armada francesa”, ya que para ellos la batalla del 5 de mayo representa la derrota.
Para el abogado de la Corte de París, “hay una gran similitud entre la batalla de 1862 y la actitud tomada por Lorencez con algunos personajes de la política actual”.
Ello porque hay que saber que el general “fue el único responsable del desastre que significó esa guerra, ya que sin tener ninguna orden hizo que 30 mil hombres fueran masacrados en Puebla”.
Pécastaing subrayó que lo que hizo Lorencez fue irreparable, ya que ni ingleses ni españoles querían hacer la guerra, y él no supo esperar las órdenes de Napoleón III.
Comparó que la actitud del general tiene una gran similitud con presidentes como Barack Obama, de Estados Unidos; Nicolas Sarkozy, de Francia, y la del propio Felipe Calderón, de México.
Un ejemplo de ello podrían ser las intervenciones francesas en Costa de Marruecos y las estadounidenses en Libia. Al respecto, señaló que son tres los aspectos que podrían explicar que la toma de decisiones actuales se parece a la que propuso Lorencez durante la invasión de Puebla.
La primera, es que al igual que en 1862 se formó una alianza tripartita –entre ingleses, franceses e italianos– que buscaban el poder. La otra porque uno de ellos, tomó el liderazgo y pidió que los demás lo siguieran –como la entrada a Veracruz, y la última porque los movía la idea de que “con la invasión se reorganizarían los valores morales de la sociedad”.
Para el especialista francés, el paralelismo de la historia es evidente, pues los tres presidentes están convencidos que saldrán victoriosos de su guerra personal.
En el caso Nicolas Sarkozy, comparó que al igual que Lorencez, se rodea de “consejeros” que no le harán tomar buenas decisiones: el general le hizo caso a Michelle Chavalier, y ahora el presidente francés sólo escucha a su gabinete.
“En el caso de Florence Cassez, fueron las ideas anticuadas y la actitud grosera las que se impusieron sobre la justicia”, refirió Pécastaing. Por ello, bromeó que los mexicanos habrán de cuidarse que “por el puerto de Veracruz, no entren los barcos y las tropas para regresar a Cassez a su país”.
Por la tarde, el experto ofreció la conferencia Los documentos y archivos privados del conde de Lorencez y la Batalla de Puebla, como parte del panel Ecos de la Intervención Francesa en Puebla y México: 1861–1867, que fue organizado por el historiador de la Universidad Autónoma de Puebla (UAP), Humberto Morales Moreno.
Hoy participará en el homenaje en honor a los soldados caídos en la Batalla del 5 de mayo de 1862 y el Sitio de Puebla de 1863, que fue organizado por la Alianza Francesa y que se llevará a cabo a las 17 horas frente al monumento de la Paz y la Reconciliación entre Francia y México, que está ubicado en el Panteón Francés.
Fuente: La Jornada de Oriente
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