La marcha

EDUARDO GONZALEZ VELÁZQUEZ

Este fin de semana, el hartazgo de la sociedad vencerá el miedo que amplios sectores de México sienten frente al ambiente de inseguridad que priva en nuestro país. La sociedad volverá a tomar las calles para ser escuchada. La sociedad expresará que existen otras maneras de salvar al país. La sociedad se hará sentir lejos de los partidos políticos y de la clase gobernante. La sociedad volverá a mostrar su rostro ciudadano. La sociedad tomará calles y jardines arrebatados por la delincuencia. La sociedad será una sola voz que exigirá justicia.

A partir de ayer, cientos de ciudadanos comenzaron la Caminata-Marcha por la Paz con Justicia y Dignidad desde Cuernavaca, Morelos, para exigirle al “gobierno” calderonista que termine con lacarnicería que inunda calles y banquetas de pueblos y ciudades de la República. La Caminata-Marcha no es un evento aislado, ni una movilización partidista, ni trae consigo únicamente exigencias inmediatas para ser atendidas por la clase gobernante. Más allá de pedir que termine el clima de violencia y que se aclaren los asesinatos, los secuestros, la tortura y los levantones, la finalidad de la movilización social de este fin de semana es exigir un cambio profundo en el gobierno y en las instituciones encargadas de impartir justicia y combatir al crimen organizado.

Dados los resultados, es evidente que la “estrategia” contra el crimen organizado lo único que ha generado es más violencia, sin haber logrado disminuir el consumo de drogas en México, ni el lavado de dinero que “oxigena” nuestra economía.

La esencia de la Marcha-Caminata frente a la descomposición de una parte importante de la clase política, es establecer un pacto ciudadano que permita, en principio, terminar con la omisión en la que hemos caído frente a la avalancha de violencia e impunidad que recorre el país. Se impone con ello, ciudadanizar la política y las decisiones que se toman desde el poder. De otra manera, seguiremos a expensas de los intereses políticos y patrimonialistas que protegen la clase gobernante frente a las necesidades de la sociedad en general.

Por ello, no debemos focalizar la Marcha-Caminata en un solo ejercicio ciudadano de repudio ante la debacle nacional, sino como un paso más en la organización desde abajo que requiere nuestro país para recomponer el rumbo extraviado a consecuencia de una clase gobernante cuya principal tarea continúa siendo el aprovechamiento personal de la riqueza nacional. La expresión “ya estamos hasta la madre” debe entenderse no sólo como el sentir generalizado de la sociedad frente a la guerra contra el narco y sus 40 mil muertos, sino como el repudio de millones de mexicanos frente a las ofensas económicas, políticas y sociales que los han arrinconado en un oscuro punto del devenir nacional. La ofensa de la sociedad va más allá de la coyuntura histórica de la lucha contra el narco.

Frente a esta movilización y la exigencia ciudadana, domina la sordera política de Felipe Calderón y su grupo de aspirantes a seguir regenteando la silla presidencial. De nueva cuenta, el miércoles por la noche, el inquilino de Los Pinos lanzó una arenga política para justificar su estúpida guerra contra el crimen organizado. Durante varios minutos, el “presidente” habló de una realidad que solamente él observa, afirmó que “no es opción retirarse de la lucha” contra la delincuencia. Que los militares y los marinos son lo mejor que tenemos para lograr la seguridad y acabar con los cárteles de la droga. Dijo que no debemos irnos por la exigencia fácil de retirar al Ejército de las calles y regresarlo a los cuarteles; por el contrario, es necesario que continúe en las tareas de seguridad interna.

Por lo visto, desde Los Pinos continúa abonándose la ceguera y la sordera como respuesta a un movimiento nacional que cada día crece más y con mayor fuerza para exigir que el “gobierno” tenga como eje rector de su ejercicio público el escuchar y atender las demandas de la ciudadanía y no las exigencias políticas del grupo en el poder.

Estos cuatro días veremos la fuerza de la ciudadanía presente en calles y plazas públicas, ojalá que también aparezca la sensatez del “gobierno” panista para dar solución a las demandas planteadas por millones de ciudadanos históricamente agraviados.

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Fuente: La Jornada de Michoacán