martes, 6 de septiembre de 2011

Lo absurdo de las tarifas eléctricas


ADALBERTO TEJEDA MARTÍNEZ - LUNES, SEPTIEMBRE 05, 2011

El esquema de las tarifas eléctricas domésticas es absurdo al menos por dos razones: privilegia el consumo sobre el ahorro y beneficia a los sectores de mayores ingresos; pero difícilmente los legisladores federales actuales lo cambiarán antes de que los sustituya la LXII Legislatura dentro de un año.

Las tarifas las establece la Secretaría de Hacienda y Crédito Público y no la Comisión Federal de Electricidad, como creen muchos. Dos acuerdos de la SHCP emitidos en 2002 asignan las tarifas a partir de la temperatura del aire, según los datos oficiales del Servicio Meteorológico Nacional, con el claro propósito de subsidiar la electricidad en lugares cálidos donde la vida sin aire acondicionado y sin refrigerador es severa.

La explicación es engorrosa pero necesaria. Si en dos meses consecutivos en cada uno de tres de los cinco años más recientes se alcanzan temperaturas promedio mensuales de 25, 28, 30, 31, 32 o 33 grados centígrados, se aplicarán las tarifas 1A, 1B, 1C, 1D, 1E o 1F, respectivamente. Si no se llega a los 25, simplemente será tarifa tipo uno. Nótese que esos umbrales dependen de promedios mensuales y no de valores ocasionales. Son los promedios de los días cálidos y los templados, de las tardes bochornosas y las madrugadas frescas, de las semanas de canícula y las de algún “norte” si coincidieran en el mismo mes y deben alcanzarse en años afectados por El Niño, La Niña o ninguno, de suerte que no se llega a esos umbrales simplemente con una ola de calor de varios días. Son los criterios que inventó algún tramposo de la SHCP.

El subsidio al consumo eléctrico va en función de la tarifa asignada: 150 kilowatts-hora al mes, con precio de aproximadamente la mitad del costo de producción, si la tarifa es tipo uno, que es la que se aplica a Xalapa y en todas las zonas templadas o frías del país o 300 si la tarifa es 1A, o 400 si es 1B. La regla da un gran brinco y a los sitios con tarifa 1C se les subsidian 850 kilowatts-hora al mes o mil, 2 mil o 3 mil si son 1D, 1E o 1F.

Expertos opinan que la temperatura ambiente no es el único factor que determina las necesidades de aire acondicionado, ventilación eléctrica o refrigeración de alimentos en sitios cálidos, sino también la humedad atmosférica, pero este elemento no ha sido aceptado por la SHCP por la sencilla razón de que el Servicio Meteorológico no tiene una cobertura suficiente de mediciones de humedad.

En el noroeste desértico como Mexicali o el sureste cálido y húmedo como Tabasco y el sur de Veracruz, con frecuencia aparecen movimientos ciudadanos contra este esquema de tarifas, sobre todo porque el subsidio sólo se aplica a la mitad más cálida del año, de modo que en otoño, aun con temperaturas y consumos eléctricos altos, suelen llegar los recibos de electricidad con cobros mayores que en el verano.

En 2003 hubo un movimiento encabezado por alcaldes del sur del estado, en el que concurrieron todas las clases sociales. Se actualizaron los datos de temperatura y el puerto de Veracruz llegó a 1C; toda la costa quedó en 1B y de ahí hasta los mil metros de altitud, en 1A. No obstante, las personas de menores ingresos no se beneficiaron porque el esquema favorece a quienes consumen más energía. Para alguien que no tiene aire acondicionado en su casa, estar en una u otra tarifa es prácticamente lo mismo.

Por cierto, si se actualizaran los datos térmicos, muy probablemente toda la franja costera del estado de Veracruz pasaría a tener la tarifa 1D.

En el Congreso federal están congeladas varias iniciativas, algunas que incorporan la humedad, pero no se ve que vayan a ser descongeladas pronto. Pocas, o quizás ninguna, plantea que el subsidio a la electricidad debería repartirse usando un criterio climático, sí, pero acompañado de uno social que considere el ingreso económico y el grado de marginación, entre otros. (www.publicacionesatm.blogspot.com)

Fuente: La Jornada de Veracruz

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