En concreto | Laura Itzel Castillo
En el marco del Día Mundial del Hábitat 2011 se realizó el foro Ciudades, vivienda y justicia climática, cuyo objetivo era dar a conocer qué es lo que está sucediendo en las ciudades en materia de vivienda, cómo estamos enfrentando el problema habitacional en torno al cambio climático y dar a conocer algunos puntos de vista y experiencias que nos ayudan a solucionar el entorno.
Uno de los principales problemas que aquejan a las ciudades en el mundo y especialmente a las latinoamericanas es el desbordado crecimiento expansivo hacia el suelo forestal agrícola, es decir, el cambio de uso de suelo, con lo que se contribuye a la generación de gases de efecto invernadero.
El modelo de desarrollo actual ha generado la sobreurbanización de las ciudades, en especial en ciertas cuencas del territorio, donde se da la extracción ilimitada de agua, el uso intensivo de energéticos y la vulnerabilidad frente a fenómenos meteorológicos, cada vez más extremos, como las lluvias torrenciales.
La tipología de nuestras ciudades es ocasionada, entre otros factores, por la mala calidad de la vivienda construida y la inadecuda ubicación de los fraccionamientos, los cuales están cada vez más alejados de los centros urbanos y por ende de la infraestructura y los servicios.
Por ello es necesario dar soluciones técnicas para el diseño de la vivienda y los asentamientos humanos frente al cambio climático. Es urgente que se tomen en consideración las características de las diversas regiones del país. Como por ejemplo el tipo de materiales a usar y obviamente un esquema financiero diseñado para atender las grandes necesidades del pueblo.
De acuerdo con la iniciativa de Presupuesto de Egresos de la Federación para el próximo año se está planteando una asignación de alrededor de 10 mil millones de pesos para la Comisión Nacional de Vivienda (Conavi). Nadie se puede oponer a que aumente el presupuesto federal, sin embargo bajo la actual política de vivienda quienes más se verán beneficiadas son las inmobiliarias privadas y las entidades financieras, bancos y sofoles.
Sin embargo, para las viviendas mal construidas, sin servicios, en zonas de riesgo, vandalizadas y abandonadas no se asigna ni un centavo. Hay diversas demandas de habitantes de fraccionamientos enteros que no son atendidas por ninguna institución. Ya sea Infonavit, Fovissste, Sociedad Hipotecaria Federal o quien sea. Por ello deben destinarse al menos 500 millones de pesos para la atención de estas unidades habitacionales y sancionar a los responsables.
Fuente: El Gráfico
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