A no dejar pasar la oportunidad de cambiar la política económica que está destruyendo al país, plantea AMLO a empresarios
Hermosillo, Sonora
Viernes 02 de marzo de 2012
* PALABRAS DE ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR, PRECANDIDATO A LA PRESIDENCIA DE LA REPÚBLICA POR LA COALICIÓN MOVIMIENTO PROGRESISTA, EN LA CONVENCIÓN NACIONAL DE INDUSTRIALES
Como todos sabemos a partir de 1983 se puso en práctica una política económica que abandonó el fomento de las actividades productivas. Aunado a ello, se inició una apertura comercial indiscriminada y sin límites estratégicos de ninguna índole.
En los hechos esto ha significado poner a competir a productores nacionales con productores del extranjero en condiciones de desigualdad. Baste decir que mientras en otros países los gobiernos apoyan con subsidios, créditos baratos e impuestos bajos a sus productores, en México se eliminó la política de fomento a la actividad productiva y en particular al sector industrial.
No debe olvidarse que durante el gobierno de Salinas, el Secretario de Comercio y Fomento Industrial llegó a decir "que la mejor política industrial es la que no existe".
Los resultados de esta irresponsable desatención a la actividad productiva han sido desastrosos:
- En casi 30 años, de 1983 a la fecha el crecimiento del Producto Interno Bruto ha sido en promedio de 2.3 por ciento y, si consideramos el aumento de la población, el Per Cápita es de 0.4 por ciento anual, una de las tasas más bajas del continente americano y del mundo.
- La industria nacional ha sido devastada y se han perdido empleos en este sector que suelen ser los mejor remunerados.
- La falta de crecimiento ha limitado la creación de empleos. En los pasados 15 años, por ejemplo, solo se han generado anualmente 500 mil empleos formales en promedio, cuando se requieren un millón 200 mil. Es decir, cada año 700 mil mexicanos han tenido que emigrar, buscarse la vida en la economía informal o tomar el camino de las conductas antisociales. Además, en la actualidad, de cada 10 trabajadores con empleo 7 reciben ingresos que no superan los tres salarios mínimos, o sea, 13 dólares o 10 euros diarios y, como es evidente, con esos sueldos nadie podría vivir en Estados Unidos ni en Europa.
- Por causa del abandono de la industria nacional, el mercado interno ha quedado a merced de las importaciones y de manera creciente de productos chinos, que han desplazado a manufacturas nacionales, y de otros países.
-China se ha convertido en el segundo socio comercial de México, después de Estados Unidos, solo que en términos desventajosos para nuestro país. En 2010 la exportaciones de productos mexicanos a China sumaron 4 mil 198 millones de dólares, pero las importaciones alcanzaron los 41 mil millones de dólares, cantidad diez veces superior a las exportaciones nacionales.
Ante esta realidad de evidente crisis, reflejada en pérdida de mercados y empleos, nuestra propuesta de política económica y en particular para el sector industrial, es de manera resumida, la siguiente:
Vamos a sacar al país del estancamiento económico con la participación conjunta del sector público, privado y social. La economía crecerá a más del 6 por ciento anual y se generarán un millón 200 mil empleos por año.
Este objetivo lo lograremos manejando con disciplina las finanzas públicas; es decir, se respetará la autonomía del Banco de México; mantendremos equilibrios macroeconómicos y el crecimiento se alcanzará sin inflación ni endeudamiento.
Tampoco habrá aumentos de impuestos en términos reales ni nuevos impuestos. Inclusive, se eliminará el IETU.
El desarrollo se financiará aplicando tres decisiones fundamentales: se reducirá el 15 por ciento del gasto corriente, bajando los sueldos de los altos funcionarios públicos y suprimiendo todo el gasto superfluo del gobierno; se combatirá a fondo la corrupción y se eliminarán los privilegios fiscales.
Con ello se podrá aumentar al doble la inversión pública, que se utilizará como capital semilla para atraer inversión privada y social en un modelo tripartita para el desarrollo y, en particular, para el desarrollo regional.
La agenda de proyectos incluye el impulso al sector agropecuario con miras a la soberanía alimentaria; el apoyo a las pequeñas y medianas empresas que se consideran importantes fuentes de empleo; grandes obras de ingeniería civil e hidráulica y manejo integral de cuencas de grandes ríos.
Asimismo, trenes de alta velocidad del centro al norte del país; un corredor en el Istmo de Tehuantepec para comunicar a países del Pacífico con la Costa Este de los Estados Unidos utilizando los puertos de Salina Cruz y Coatzacoalcos, con el apoyo para la creación de empresas ensambladoras de manufacturas y con la construcción de un ferrocarril para el transporte de contenedores y un nuevo aeropuerto en Tizayuca, Hidalgo.
La construcción de 5 refinerías para darle valor agregado al petróleo crudo, dejar de importar 400 mil barriles diarios de gasolinas, ahorrar costos en fletes, generar empleos aquí y bajar el precio de gasolinas, diesel, gas y energía eléctrica en beneficio de consumidores y de las empresas.
Un proyecto de desarrollo turístico para la región maya con la construcción de un tren rápido de Cancún a Palenque, con estaciones en Chichén Itzá, Mérida, Uxmal y Campeche. Por último, habrá un amplio programa de construcción de carreteras y de obras públicas para reactivar en el corto plazo la economía y la creación de empleos.
Estos proyectos harán crecer la frontera productiva de México, fortalecerán el mercado interno y aumentarán la competitividad con el exterior, dando sustento a un nuevo periodo de crecimiento con empleo y justicia.
La fórmula es sencilla: el Estado combatirá la corrupción, ahorra recursos e invierte con eficiencia. El sector privado participa, invierte en México y paga impuestos. El sector social se involucra en los proyectos, vigila su buena marcha y cuida el medio ambiente.
6.- Destinaremos recursos suficientes para el desarrollo de la ciencia y la tecnología, vinculando esta actividad a las empresas públicas, privadas y sociales.
7.-Impulsaremos la libre competencia y no se permitirán las prácticas monopólicas.
8.- Daremos preferencia en compras del gobierno a la industria establecida en el país. Aquí recuerdo que cuando fui Jefe de Gobierno la principal compra consistió en la adquisición de 45 trenes del metro con 405 vagones por una inversión de 7 mil 504 millones de dólares. Esta compra se hizo con transparencia, participaron en todo el proceso de licitación ciudadanos independientes de inobjetable honestidad. Se logró un buen precio y el contrato lo ganó la empresa Bombardier, considerando entre otros elementos, que esta empresa construyó los trenes en su planta de Ciudad Sahagún con el consecuente beneficio del empleo y la derrama económica en esa región.
9.- Fortaleceremos el mercado interno. Los productores nacionales podrán competir en igualdad de circunstancia con productores del extranjero. No aceptaremos prácticas desleales de comercio internacional. Por ejemplo, no permitiremos convenios como el que entró en vigor recientemente para introducir calzado de China afectando a más de 40 mil productores nacionales.
Vamos a serenar al país. Habrá tranquilidad y seguridad pública. El flagelo de la violencia lo enfrentaremos, creando fuentes de trabajo, combatiendo la pobreza, la desintegración familiar, la pérdida de valores y atendiendo a los jóvenes que demandan empleo y estudio.
Asimismo, las dependencias encargadas de la seguridad y de la procuración de justicia actuarán de manera coordinada, habrá mando único, reuniones diarias del Presidente con el gabinete de seguridad, se dará prioridad a las labores de inteligencia, se le seguirá la pista al dinero, se cuidará que tanto los funcionarios como todos los mandos policíacos sean personas de inobjetable honestidad, se profesionalizará pronto a la policía federal y ministerial para sacar gradualmente al ejército de las calles y mejoraremos los sueldos y prestaciones de todas las corporaciones policíacas. Garantizaremos el respeto a los derechos humanos.
Amigas y amigos empresarios de la industria de la transformación.
Con todo respeto, les invito a no dejar pasar la oportunidad de cambiar la política económica que se ha venido imponiendo desde hace 29 años y está destruyendo al país. Piensen que solo hay dos opciones o más de lo mismo o un cambio verdadero. En sus manos está la decisión y el destino de México.
En lo que a mí corresponde, tengan confianza. Se honrar mi palabra, actúo con honestidad, ofrezco mi experiencia, soy libre, no estoy subordinado a ningún grupo de intereses creados y solo estaré al servicio del pueblo y de la nación.
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