Por : Javier Puga Martínez
Habitantes de la comunidad El Mohon, en el municipio poblano de Hueytamalco, y de Epapa, perteneciente a Veracruz, denunciaron que el Grupo México está enviando emisarios que amenazan y hostigan a la población que se opone a la construcción de la hidroeléctrica Ocampo–Cuetzalin, que comparten ambas entidades.
La representante de Epapa, Aurora Juárez Barrientos, denunció que ha recibido amenazas de presuntos emisarios del Grupo México, empresa que pretende construir una planta hidroeléctrica en el municipio poblano de Hueytamalco, que colinda con aquella localidad de Jalancingo.
Relató que el amago contra su integridad le fue dado a su hermano, Luis Juárez Barrientos, por un hombre al que han contratado para presionar a la gente de Epapa, para que ceje en la resistencia al proyecto de la compañía propiedad del magnate Germán Larrea Mota Velasco.
Según el dicho de Luis Juárez Barrientos, el personero le dijo que sólo su hermana y el edil de Jalacingo, Emilio Álvarez Pimentel, “son los únicos que se oponen a la hidroeléctrica”, porque “ya todo el pueblo aceptó”, por lo que “deben andarse con cuidado y no entrometerse más, dejar de hacer grilla” (sic).
Aurora Juárez Barrientos es representante del movimiento de resistencia en Epapa y ha estrechado vínculos de lucha con el Consejo Tiyat Tlali y otras organizaciones poblanas que se oponen a los llamados “proyectos de muerte”, es decir, la explotación a cielo abierto de minas de metales preciosos, que serían abastecidas con una red de plantas hidroeléctricas como la que Grupo México quiere realizar en Hueytamalco y Epapa.
A otros vecinos opositores de estas comunidades –ambas de 500 habitantes, separados sólo por una calle–, han comenzado a destruirles sus huertos de café, plátano y naranjas con maquinaria pesada. De igual forma, camiones de carga cruzan por la calle principal destruyéndola como medida de presión a aceptar el trato que ofrece la empresa, que es dotarlos de mejores servicios.
La generación de la energía, menos de 10 megawatts por cada una de estas mini hidroeléctricas, será para abastecer al sector privado, señaló Juárez Barrientos, quien agregó que los enviados de Grupo México han dejado en claro que la energía no será las comunidades colindantes, sino que son “empresas privadas generando energía eléctrica para otras empresas a costa de los bienes comunales”.
Recordó que existe un acuerdo del cabildo de Tlapacoyan, Veracruz, que en 2011 impidió el cambio de uso de suelo y el otorgamiento de licencias para la edificación de esta obra, que entubará el río Jalacingo, así como los afluentes de éste ubicados en la serranía poblana–, ese grupo industrial reinició actividades para la edificación de esa y otras hidroeléctricas en la cuenca del río Nautla.
Pero también en noviembre de 2011, la Suprema Corte de Justicia de la Nación rechazó los estudios de impacto ambiental que la empresa presentó para avalar su proyecto, pero ahora se están reiniciando los trabajos.
Por ello, comentó, a partir del 3 de mayo se intensificarán las acciones de más de 50 comunidades de los estados de Puebla y Veracruz contra la instalación de proyectos hidroeléctricos, así como mineros, en la región de bosque mesófilo de montaña –mejor conocido como bosque de niebla–, que comparten ambas entidades.
“Hemos ganado dos amparos, la ley nos asiste pero Grupo México parece tener algo más que nosotros, porque insiste en reanudar las obras, no importa si con amenazas y presión. Pero tanto en Epapa como en El Mohon y en el resto de la sierra no tenemos temor de decir ‘no’ a la hidroeléctrica”, exclamó.
Otras organizaciones de los municipios de Hueytamalco, Teziutlán y Tlapacoyan intensificarán las acciones informativas para rechazar estos proyectos; informarán a los campesinos cómo evitar caer en engaños y no vender sus tierras a extranjeros chilenos y chinos, de quienes aseguran desde hace dos años han comprado más de 400 hectáreas de montañas con ríos y arroyos, y buscan apoderarse de otras 200 hectáreas más.
Los representantes de más de 30 comunidades de estos y otros municipios de la región se reunirán este 3 de mayo en Hueytamalco para realizar jornadas de concientización y difundir las consecuencias de los proyectos hídricos y mineros.
Gregorio Martínez, integrante de la Cooperativa Tosepan, expresó que los representantes de la hidroeléctrica aseguran a la población que este proyecto es de “energía limpia y renovable”, pero que se imite mencionar cuánto bosque y fauna se destruye en el desarrollo de éste.
Tan sólo el proyecto Ocampo– Cuetzalin abarca un total de 7.5 hectáreas, pero de estas requiere la destrucción de 4.5 hectáreas de bosque de montaña, comentó.
“La belleza de este lugar es incomparable. Incluso los actores y técnicos de Televisa vino a las cascadas del río Jalacingo a grabar sus promocionales luego de que la gente de Cuetzalan los corrió, así de bello es”.
En tanto, Aurora Juárez Barrientos expresó que en esta como en el resto de las hidroeléctricas se pretende entubar 90 por ciento del agua y dejar a la fauna y a los habitantes de la región el 10 por ciento restante.
“No les importa que el lodo tape los manantiales, que la población de las comunidades abajo en la sierra se queden sin agua; que la tierra se deslice en la temporada de lluvias. El río Jalacingo está considerado como el único río de niebla del mundo. Eso es lo que quieren destruir para generar electricidad que le van a vender a empresas como Wal Mart”.
Agregó que desde inicio de año a la fecha, el río Jalacingo ha reducido en 30 centímetros su caudal, “algo que no se había visto nunca”, causando sequías en las comunidades poblanas y veracruzanos y que, en otros años, una sequía hubiera sido impensable.
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