Alejandro Velazco.- La comunidad wixárika de San Sebastián Teponahuaxtlán rechazará los insumos del gobierno como parte de la Cruzada Nacional Contra el Hambre, firmada por el gobernador Aristóteles Sandoval y la Secretaría de Desarrollo Social (Sedeso) para que entre a los municipios de Bolaños y Mezquitic, esto debido a que el apoyo consistirá en semillas mejoradas, herbicidas, agroquímicos y productos que afectarían a la semillas nativas, aseguró Eutemio Díaz, miembro de la Red en Defensa del Maíz y habitante de la población al norte del estado.
La decisión, dijo, se tomó en la asamblea del pueblo de Teponahuaxtlán, después de que se enlistaran 50 miembros de la comunidad para los apoyos, quienes esperarán a ver qué tipo de insumos en especie se entregarán.
“Si no defendemos nuestro maíz es porque tampoco nos vamos a poder defender nosotros, porque el maíz nos cuida a nosotros y nosotros nos cuidamos; la semilla es nuestra madre y nuestra hija, es lo que nos mantiene”, añadió.
Para Eutemio Díaz, la Cruzada Nacioanl Contra el Hambre es una cruzada contra la comunidad, el conocimiento y la identidad de los indígenas, pues se pretenden modernizar las formas de siembra para aumentar la cantidad de toneladas de producción a través de agroquímicos que degradarían la tierra y contaminarían el agua, como sucede en otras zonas en que existe el monocultivo (extensiones de tierra en que se siembra únicamente maíz).
“Esta Cruzada Contra el Hambre para nosotros no es un favor, sino algo que nos está imponiendo el gobierno sin preguntarnos si lo queremos o no, llega nada más y dice pues ahí está. Yo platiqué con los secretarios que trabajan en los ayuntamientos, y dijeron que no van a dar dinero sino producto en especie, ahí ya estamos seguros de que van a dar maíz y frijol comprados”, añadió.
Los wixaritari aún conservan el método ancestral de la milpa, en la que se siembra junto al maíz, frijol, calabaza, jitomate, quelites y otras plantas que sirven de alimento para la población.
“El maíz mejorado que el gobierno impone, en tres años si siembras en el terreno el mismo maíz ya no nacen todas las plantas que se dan y están asociadas a la milpa, todo el entorno se pierde completamente y todos los animalitos que viven en la milpa y que la milpa vive de los animalitos se mueren”, resaltó Díaz.
“El pueblo wixárika sabe trabajar y sembrar el maíz nativo, dice, ¡de ahí nos mantenemos, por eso para nosotros la subsistencia está en las comunidades, no le pedimos al gobierno que nos dé de comer o que nos traiga otro maíz, nosotros tenemos nuestro maíz y sabemos que si se acaba, también se acaba nuestra identidad”.
Relató que los presidentes municipales y la delegación de la Sedeso fueron los que firmaron la entrada de la Cruzada Contra el Hambre, y las listas de beneficiarios se realizaron sin informar a las autoridades tradicionales.
Cada año con la siembra de temporal, recalca, se obtiene lo necesario para la subsistencia de la comunidad, sin embargo el gobierno pretende que la producción aumente con maíz certificado para que se pueda vender.
No obstante, añadió, la semilla mejorada daña la tierra, además de que necesita herbicidas que afectan la milpa.
Por cuestiones climatológicas hay años en que la sequía afecta las cosechas, admitió, sin embargo, insistió, para el consumo de los pueblos existe suficiente maíz.
“Cuando hay buena temporada, como este año que pasó, nadie se queja, todos tenemos qué comer y ahí tenemos, por eso digo que no estamos sufriendo”.
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