Agobiada por la inseguridad y la falta de servicios básicos, una comunidad indígena de desplazados por la construcción de la presa Cerro de Oro, en Oaxaca, está arrepentida de haber accedido vivir en Veracruz.
"Estábamos mejor en Oaxaca, o por lo menos éramos tratados con dignidad y respeto. Tantos son los beneficiados con las presas y los que deberíamos ser beneficiados somos los más afectados".
Es el testimonio de Aurora Rodríguez, una habitante de la comunidad Nueva Santa Rosa, en el municipio de Ignacio de la Llave, también conocida como El Reacomodo.
Este lunes, un grupo de habitantes de esa comunidad se manifestó en las oficinas centrales de la Secretaría de Comunicaciones (Secom) porque la obra de su acceso principal quedó a medias y sí fue reportada como terminada y pagada, afirman.
A más de 30 años de su fundación, las pequeñas casas de la comunidad de Reacomodo aún parecen improvisadas, como si sus habitantes las hubieran construido hace poco tiempo.
Fue esa la comunidad en la que los pobladores impidieron un acto de campaña de Raúl Zarrabal, el entonces candidato del Partido Revolucionario Institucional (PRI) a una diputación y ex secretario de Comunicaciones.
Tras esa manifestación, la obra de su camino fue puesta en marcha por la Secom y, según un supervisor de esa dependencia, está reportada como terminada, pero "tiene más de un mes que la pararon", dijo Rodríguez.
Informó que este lunes fueron recibidos por funcionarios de la Secom "y nos dicen que no hay presupuesto, es algo ilógico porque el jueves vino un supervisor y dijo que está reportado que ya está terminada".
Su condición de aislamiento, dicen, les causa problemas de inseguridad por delincuencia común, al grado que decidieron crear su "policía comunitaria".
"Ya no sabemos qué hacer, pues al parecer somos como invisibles, pues político van, político vienen y nosotros estamos cada día peor. No entiendo por qué el gobierno nos sacó de nuestras tierras", lamentó Aurora Rodríguez.
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