Andrés Rozental, coordinador del grupo de trabajo de Energía del Consejo Mexicano de Asuntos Internacionales, y Jorge Eduardo Navarrete, embajador de carrera de México en diversos países, expusieron diferentes puntos de vista sobre la reforma energética y la participación de la iniciativa privada.
Primero, en entrevista para Noticias MVS, Rozental expuso por qué es necesario reformar la Constitución y permitir asociaciones entre la paraestatal y empresas privadas:
Beneficiaría a Pemex asociación con la IP: Rozental
Andrés Rozental, coordinador del grupo de trabajo de Energía del Consejo Mexicano de Asuntos Internacionales (Comexi), indicó que Petróleos Mexicanos necesita reformarse y, para ello, se deben realizar cambios en la Constitución que le permitan asociarse con empresas, nacionales o extranjeras, con lo que la paraestatal resultaría beneficiada.
“Deben establecerse distintas modalidades de asociaciones… en ningún momento pierde Pemex la propiedad sobre el recurso (petróleo)… se debe permitir que Pemex se asocie con empresas extranjeras para hacer lo que no ha hecho en aguas profundas“, dijo, en la víspera de la presentación de la iniciativa de reforma energética del gobierno federal.
En entrevista para Noticias MVS, primera emisión, dijo que en Comexi se analizó el tema y tras un análisis de los cambios fundamentales en el mundo y en la historia, concluyeron que Pemex necesita una reforma constitucional.
“A partir de una reforma, se abre puerta de que Pemex pueda asociarse con una o varias empresa… (pero) las rentas petroleras seguirían siendo para Pemex y el Estado mexicano… No se trata de reducir sino aumentar rentas petroleras“, indicó.
“Los nuevos participantes (en el sector) pagarían también rentas petroleras que permitirían al fisco reducir la cantidad de recursos que Pemex entrega al fisco, lo que no le permite participar en actividades adicionales a las que actualmente tiene”, refirió.
Rozental sostuvo que la iniciativa privada ha participado “desde hace mucho tiempo” en la paraestatal pero a base de contratos, no como entidades independientes, que es lo que propone modificar.
“Todos los países que han abierto al sector privado su sector energético, han permitido que las empresas que descubren hidrocarburos puedan anotar esas reservas o descubrimientos como parte de sus activos, lo cual no quiere decir que ya no son propiedad de la nación”, expuso.
“Es necesario para atraer la inversión permitir que se anoten esas reservas dentro de los activos de las empresas, sin perder la rectoría del Estado”, consideró.
Comparó el caso de Pemex con las mineras en México, pues dijo que mientras en estas últimas realizan diferentes descubrimientos en el país, en materia de hidrocarburos no se ha avanzado.
Puntualizó que la asociación con la iniciativa privada no sería un “mercado libe” sino que se sometería a un sistema de regulación; “no se trata de que cada empresa pudiera venir aquí a decidir cómo lo hace y cuándo lo hace (la búsqueda de hidrocarburos)”.
Andrés Rozental estimó que el gobierno federal puede probar el modelo colombiano, con la creación de una agencia que regula a participantes en el sector petrolero, además de que participa en la exploración y producción del petróleo.
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En una carta, Navarrete reviró:
“Rentas plurales y activos duales”, carta de Navarrete sobre la reforma a Pemex
Jorge Eduardo Navarrete, embajador de carrera de México en diversos países y misiones de la ONU, envió una carta en la que responde a lo dicho por Andrés Rozental, coordinador del grupo de trabajo de Energía del Consejo Mexicano de Asuntos Internacionales (Comexi), en el sentido de que Petróleos Mexicanos necesita reformarse y, para ello, se deben realizar cambios en la Constitución que le permitan asociarse con empresas, nacionales o extranjeras.
Se reproduce íntegro el texto de Navarrete:
Rentas plurales y activos duales
Jorge Eduardo Navarrete
Tanto en la primera edición de Noticias MVS como en aristeguinoticias.com, su titular, Carmen Aristegui, ha propiciado el debate amplio y plural que la nación requiere sobre la llamada reforma energética. Uno de los primeros participantes fue Andrés Rozental, quien resumió el 7 de agosto, muy a su manera, algunas recomendaciones del grupo de trabajo sobre energía de Comexi—el Consejo Mexicano de Asuntos Internacionales, AC—, grupo de presión que él presidió por largo tiempo. Su exposición puede leerse o escucharse en la página web citada.
Si se renuncia a jugar con las palabras, privatizar significa permitir la participación de particulares en actividades en las que estaba vedada o limitada por disposición constitucional o legal. En el juego de abalorios en que se han convertido los preliminares del debate legislativo, los proponentes de la apertura se han empeñado en afirmar, con el mayor de los énfasis, que no existe intención más lejana a ellos que la de privatizar Pemex o el petróleo, explicando—como si hablasen a oligofrénicos—que no proponen vender un solo tornillo ni ceder la propiedad de un solo barril. Rozental apoya la apertura pero la explica en forma menos cruda: aseveró que con las asociaciones que propone, “en ningún momento pierde Pemex la propiedad sobre el recurso”. Veamos si esto se sostiene a la luz del resto de lo que declara.
El eje de la propuesta de Rozental—o del grupo de trabajo, pero no de Comexi, pues su contenido nunca se sometió a la aprobación de los miembros de la AC—consiste enmodificar la Constitución para que Pemex “pueda asociarse con una o varias empresas”, rebasando la relación con particulares, limitada en la actualidad a los contratos, “que es lo que se propone modificar”.
Dicho esto, Rozental desbarra al hablar de la renta petrolera. (El estudio que intenta resumir la define más o menos correctamente, como la diferencia entre el precio del barril menos la suma de los costos de exploración y producción más la compensación al capital invertido. Bastaría decir, en realidad, precio del barril menos costo de producción, pues este último incluye el pago a los factores de la producción. Pero hay un devoción reverencial para la “compensación al capital” que desde luego no se tiene respecto de la compensación al trabajo.) La confusión de Rozental al hablar de la renta petrolera es absoluta (corrijo la ortografía y respeto la sintaxis y los énfasis):
“[S]e abre puerta de que Pemex pueda asociarse con una o varias empresa[s]… (pero) las rentas petroleras seguirían siendo para Pemex y el Estado mexicano… No se trata de reducir sino aumentar rentas petroleras” “Los nuevos participantes (en el sector) pagarían también rentas petroleras que permitirían al fisco reducir la cantidad de recursos que Pemex entrega al fisco[...]”
La renta petrolera, en la mente de Rozental, se pluraliza y se convierte en, por lo menos, ingresos, regalías e impuestos.
Hacia el final de la exposición viene el meollo de la propuesta—que, por cierto, no aparece con tal claridad en el documento del grupo de trabajo:
“Todos los países que han abierto al sector privado su sector energético, han permitido que las empresas que descubren hidrocarburos puedan anotar esas reservas o descubrimientos como parte de sus activos, lo cual no quiere decir que ya no son propiedad de la nación”. “Es necesario para atraer la inversión permitir que se anoten esas reservas dentro de los activos de las empresas, sin perder la rectoría del Estado”.
Supóngase que British Petroleum obtiene una concesión para exploración; supóngase que—gracias a su superioridad técnica y organizativa, en lugar de provocar un derrame masivo tipo Macondo, descubre un nuevo campo en aguas profundas, mucho menor que Cantarell, cuyas reservas recuperables se estiman en 20 millones de barriles. De acuerdo con la propuesta de Rozental, procede a incorporarlos a sus activos, pues si no se le permitiera hacerlo no se habría interesado en la concesión. De este modo, 20 MB de las reservas de petróleo que constituyen los activos de BP siguen siendo propiedad un tercero: la nación mexicana. ¿Qué regulador permitiría a BP contabilizar como activos recursos que pertenecen a otro propietario? Además de descubrir la pluralidad de la renta petrolera, Rozental ha descubierto la propiedad dual: los activos de una empresa privada siguen siendo propiedad de un tercero, la nación mexicana en este caso.
Vamos, Andrés, ¿puedes asegurar esto sin que te gane la risa?
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