Volví a mi país tras una corta estancia en Barcelona para descubrir que el Zócalo capitalino fue tomado por una banda de traficantes del sufrimiento humano llamada Televisa & TV Azteca. Con la complicidad del GDF que organizó allí un centro de acopio para legitimar su cortina de hierro. O el único objetivo de Miguel Ángel Mancera; que los “revoltosos” maestros no puedan recuperar su espacio de lucha.
No bastaron centenares de granaderos amenazando a cualquier protestante.
Se necesitaba un escenario que tapara la vergüenza de un gobierno capitalino dispuesto a ponerse de tapete ante los dueños de México.
Ingrid y Manuel, la típica y siniestra combinación de la desatada fuerza de los elementos y el abandono de los gobiernos. ¿Se acuerdan del huracán Stan que devastó Chiapas en 2005? ¿Del desvío de ayuda oficial patente en cada desastre natural o administrativo? Son tantos los casos que ya es un patrón. Pero eso no está en la agenda mediática cuando llega la hora del raiting.
La espiral de lluvia, lodo y muerte que inició el 14 de septiembre fue, como siempre, un festín de cuervos mediáticos. Pasan los años y perfeccionan su doctrina del shock sentimental.
La novedad esta vez fue que mataron dos pájaros de un solo tiro.
La telecracia mexicana respondió al llamado del desastre tomando por asalto el espacio simbólico de todas las luchas sociales recientes; el Zócalo capitalino.
Están más que encantados. Llevan varios días secuestrando la primera plaza del país convertida en plató de su negocio lacrimógeno, santo y seña de estos fariseos que viven del dolor que ellos mismos propagan.
Sabemos que las televisoras adoran el show de la caridad: evaden impuestos y lavan la cara al estado empresarial mientras, de paso, ”limpian” el Zócalo del enemigo interno.
Pueblos devastados, revoltosos exorcizados. El sueño del poder hipócrita.
Y claro está; cuando lo impensable llega, lo imposible sucede.
Fue desde este Zócalo ocupado por la contrarrevolución mediática que una exempleada de Fujimori amenazó a la periodista Carmen Aristegui este 25 de septiembre del 2013.
Y todo por informar que Laura Bozzo usó para su teatro amarilista un helicóptero del estado de México desviado de su única función legítima en Guerrero: ayudar a comunidades aisladas y hambreadas.
Que yo sepa esta es la noticia relevante en la Ciudad de México. El Zócalo fue tomado por sicarios empresariales y carroñeros de la caridad. Y allí siguen. Haciendo, día y noche, aquello que mejor hacen los victimarios: mearse sobre todas sus víctimas.
Volver para que me recuerden quien manda en México. Qué rápido se quita el jetlag, carajo.
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