Tepehuanes, Durango
Sábado 21 de febrero de 2009
* El problema no se resolverá con más policías y soldados, con amenazas de mano dura o leyes más severas, puntualiza el presidente legítimo de México
* En materia de delincuencia organizada, el presidente espurio “empezó a actuar con mucho desparpajo, de manera irresponsable, sin saber de lo que se trataba y, de manera irresponsable, le pegó una garrotazo al avispero”, explica.
Andrés Manuel López Obrador emplazó a Felipe Calderón a enfrentar el problema de la violencia e inseguridad con un plan de atención a los jóvenes, que les garanticen oportunidades de trabajo y de estudio, y mediante una convocatoria a todo el pueblo de México para llevar a cabo una transformación de la vida pública del país, en lugar de repetir “puras tonteras” como las expresiones de que no le va a temblar la mano o que actuará con mano dura.
Con una crisis similar a la que padece la nación y con una tasa de desempleo como la actual, aumentarán los niveles de violencia y de inseguridad. “El problema no se va a resolver, y esa es una de las idioteces de Felipe Calderón y de toda la mafia de la política, de querer enfrentar la violencia y la inseguridad nada más con policías y soldados, con más cárceles, con amenazas de mano dura, con leyes más severas y penas más largas. Así no se va a resolver el problema”, puntualizó.
Desde este municipio, preguntó al presidente pelele: ¿dónde está el plan realmente para enfrentar la violencia y la inseguridad, por qué no empieza diciendo que se va a atender a los jóvenes, que los jóvenes van a tener oportunidades de trabajo y de estudio, por qué no empieza diciendo eso?
En el cuarto día de recorrido por municipios de la geografía de Durango, el presidente legítimo de México expresó que observa con preocupación los asuntos en materia de inseguridad y violencia desde que Calderón usurpó la Presidencia de la República.
En materia de delincuencia organizada, el presidente espurio “empezó a actuar con mucho desparpajo, de manera irresponsable, sin saber de lo que se trataba y, de manera irresponsable, le pegó una garrotazo al avispero”, explicó.
De inmediato –continuó- se desató una mayor inseguridad y una mayor violencia en todas las regiones de la patria y heredó el problema a los mexicanos.
Felipe Calderón abordó con frivolidad dicho problema, al grado de colocarse un uniforme militar, cuya camisola le quedaba grande y le hacia parecer al “comandante Borolas, con la creencia de que en esa forma enfrentaría y resolvería la ola delictiva”, subrayó al destacar que en días pasados el presidente pelele manifestó en Monterrey “lo mismo que ha venido diciendo desde hace dos años, que no le va a temblar la mano. ¡Puras tonteras!”.
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