Del gobernador, la decisión de remover al gabinete de seguridad, ataja el ex alcalde
Fuente: La Jornada de Guerrero
YAMILET VILLA ARREOLA
Chilpancingo, 11 de septiembre. Mientras el ex candidato presidencial, Andrés Manuel López Obrador, repudió el asesinato del diputado local Armando Chavarría y exigió su esclarecimiento, el líder perredista Félix Salgado Macedonio defendió que la destitución del gabinete de seguridad estatal es una decisión exclusiva del gobernador Zeferino Torreblanca Galindo y él será quien tenga la última palabra.
Al término de la reunión con los 81 representantes de los comités del “gobierno legítimo” López Obrador se pronunció sobre el asesinato del líder del Congreso local, el pasado 20 de agosto: “por convicción expreso mi repudio total al asesinato de Armando Chavarría, exigir el esclarecimiento de este asesinato y castigo a los actores intelectuales y materiales de este crimen”.
Consultado después del encuentro, al que no alcanzó a llegar, Salgado Macedonio no se pronunció por la destitución del gabinete de seguridad, a pesar de que es una demanda que enarbola el PRD, sólo deslizó: “las decisiones las toma el gobernador; yo fui a alcalde de Acapulco y decidía si quitaba o no a alguien, yo me distinguí por hacer muchos cambios, el que no funcionaba lo quitaba”.
Agregó: “que tal que sí está funcionado (el gabinete de seguridad), a lo mejor no funciona al gusto de nosotros, pero la decisión es del gobernador”.
Respecto al avance de las investigaciones del asesinato de Chavarría, Salgado pidió a los perredistas esperar el tiempo necesario, “hay que ver cómo se quiere que sea el resultado de la investigación: rápida, que no sea cómo se quiere, que se fabriquen chivos expiatorios o quieren una investigación seria, rápida y creíble”.
Defendió que sería irresponsable ponerle un plazo al gobernador para que esclarezca el homicidio de Chavarría Barrera. “No se le debe imponer tiempos al gobernador”, sentenció.
De la militarización
En otra parte de la entrevista, López Obrador se pronunció por la salida del Ejército Mexicano de las calles, pues se han incrementado las violaciones a los derechos humanos.
Reprochó además que el gobierno federal ha fallado en el combate a la delincuencia organizada, porque es un asunto que debe combatirse desde abajo, resolviendo las principales demandas de la población.
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