"Yo no pinté mis sueños, pinté mi realidad, porque era
lo único que tenía o porque era lo único que conocía"Frida Kahlo.
Bajo un cielo claro, calor agobiante de cerca de 38°C a la sombra, sol de mediodía y sed, los compañeros y las compañeras del Encuentro Nacional por la Liberación de los presos políticos de Candelaria, se dirigieron al Centro de Convenciones, con el afán de protestar durante el evento de la toma de protesta de Fernando Ortega Bernés, como Gobernador del estado de Campeche.
Rostros de distintas regiones: Veracruz, Chiapas, DF, Tabasco, EdoMex, coreando consignas para animar a los participantes. Soldados a la distancia, observando y haciendo tiempo.
En la ciudad la gente acostumbrada a un ambiente muy conservador, vio con extrañeza y hasta temor al grupo de gente no local y a los soldados. Sin embargo, al igual que el mar que no hace olas, cualesquier evento que se de no pasa nada y si pasa aun así no pasa nada.
La movilización fue de alrededor de 300 personas, lo que es un logro para esta localidad. Los medios locales cubrieron el evento y si bien se especuló sobre la reacción de propios y extraños, los manifestantes no rompieron la armonía, ni atentaron contra nadie.
Una manifestación pacífica en la que se mezclaron consignas de arenga hacia los policías, invitándolos a sumarse a la lucha, otras señalando a los políticos salientes de la sala como "esos son, esos son los que chingan la nación".
Al final, manifestantes y políticos buscando las escasas sombras del malecón para guarecerse del sol, en franca animadversión dándose la espalda pero buscando el mismo refugio.
Del evento cada grupo se dirigió a distintos sitios, caminando lado a lado, los manifestantes dentro de un perímetro delimitado por un cordón.
Vista por ambos grupos como el elemento ajeno y no identificable, fue inevitable verme sometida a escrutinio y hasta filmada por un ente de seguridad, pero él no escapo a mi ojo digital, así que si lo reconocen o si tienen en la mira un ente de seguridad espurio, vayamos armando nuestro propio expediente.
Después de cerca de tres horas, cada grupo se dirigió a sus bases a comer. Los políticos a los mejores restaurantes de la ciudad con un consumo promedio de 200 a 500 pesos por persona (sin incluir bebidas internacionales) y los manifestantes... compartiendo un guiso elaborado por propia mano, ni remotamente igual de costoso; acaso con lo que se erogó por persona en el banquete palaciego, se alimentó al menos a 40 manifestantes.
Dígame, ¿son entonces descabelladas sus peticiones?
El problema de este mundo y en particular de nuestro país es el reparto inequitativo de los bienes y servicios. Me quedo con lo que una señora espetó a un político que abordaba su auto "Ustedes tienen más de un auto lujoso, nosotros sólo pedimos se hagan cobros justos de luz y que liberen a nuestra gente; ustedes nos obligan a hacer esto".
Colofón: De última hora me informan que lamentablemente varios edificios fueron pintados con consignas, considero que si bien hay libertad de expresión y es un derecho que debemos ejercer, no es algo que sea bien visto por los locales. A los locales que apoyamos las causas de la izquierda nos deja en una posición más complicada para ser convincentes sobre la resistencia civil pacífica.
Seguimos resistiendo. Dasyatis
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