domingo, 28 de marzo de 2010

“Primero Dios, vamos a ganarle a las textileras”, dice madre de trabajador


❚LOS ANTIGUOS OBREROS SE ESTÁN MURIENDO SIN VER RESULTADOS DE SU LUCHA

Sara Oaxaca Vázquez es madre de un obrero despedido en 1991 de la Compañía Industrial Veracruzana Sociedad Anónima (CIVSA), quien la dejó en lucha laboral para irse trabajar a los Estados Unidos. El otro de sus descendientes murió de cáncer y tampoco le tocó ver su liquidación de la textilera San Lorenzo. “En Mendoza, en Nogales, las fábricas no dejaron nada, pero no pierdo la esperanza en esta lucha, primero Dios nos van a liquidar”.

Así lo expresó en la segunda visita obligada que este grupo de inconformes realiza en el año, a la capital del estado, en son de protesta contra las promesas incumplidas del gobierno estatal.

Apenas la semana pasada una comisión de aproximadamente 25 personas, ex obreros de la fábrica Santa Rosa, se plantó en la plaza Lerdo para recordarle al gobierno del estado que les adeuda nueve millones de pesos por la compra del predio Los Filtros.

Este jueves la comisión estuvo integrada en su mayoría por mujeres, sobre todo de la tercera edad. Una de ellas, Sara Oaxaca Vázquez de 72 años, tuvo entre sus hijos dos que se dedicaron a ser obreros de las textileras establecidas en el centro del estado.

Uno de ellos, Asunción Lera Oaxaca, quien trabajó en la fábrica de San Lorenzo ubicada en Nogales, hace un año murió de cáncer. “Murió y allá tampoco les han dado nada, también estaban gestionando”.

El otro, Eutiquio –a quien también le detectaron cáncer–, desde hace varios años se fue en busca de empleo a los Estados Unidos.

“Me dijo: mire jefa, nada se ve real, mejor me voy. Yo no sé porque le tocó la mala suerte que cuando había trabajo, había modo de ganar pues no le luchó y ahorita dice que allá (en Estados Unidos) no hay trabajo, que no tiene ni para la renta”.

La también vendedora de frutas de temporada, en estos días de fresas de Irapuato, rememora que las textileras, “la verdad, la verdad, no dejaron nada. El difunto ni casa tenía, estaba viviendo conmigo”.

–¿Extraña los tiempos de bonanza de las textileras?

–Sí, porque aunque sea (había) para comer, pero ahorita ya no. Ahora lo que esperamos es que nos liquide el gobernador (Fidel Herrera Beltrán), eso es lo que esperamos para levantar los niños que están estudiando.

–¿Usted que está en la lucha, ya se siente cansada?

–Sí, ya me siento cansada, como ahorita que está agarrando la manta (que a la letra decía: Fidel tus mentiras laten con fuerza) se me cargó la sangre en las manos, en los pies, me cansé y me mandaron a descansar un poquito. Además me ha tocado ir a plantones en México, llevamos muchos años en esto, como 18.

–¿Ha perdido la esperanza de que liquiden a su hijo?

–No, es sí, que no. Yo tengo esperanza, porque tenemos los licenciados, notario, la escritura, todo está en orden, nomás que no nos apoya la fuerza mayor.

La señora Sara insistió en que tiene fe de que sí triunfará su lucha.

“Primero Dios vamos a ganar y aunque sea un centavito lo voy a depositar para ayudarme en mi vejez, eso es lo que yo tengo esperanza”.

Fuente: La Jornada de Veracruz
Difusión: Soberanía Popular

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