Viernes, 04 de Junio de 2010 00:00
Escrito por Agencias
BUENOS AIRES, ARG. Los crímenes cometidos en un centro clandestino de detención en Argentina, que durante el último régimen militar funcionó como una de las principales bases del llamado Plan Cóndor, serán juzgados a partir de este jueves en un proceso oral que comenzó en Buenos Aires.
El centro de detención ilegal y torturas que operaba en un ex taller mecánico conocido como Automotores Orletti, en la capital argentina, fue utilizado en 1976 como base de operaciones para fuerzas de inteligencia locales y extranjeras que participaban del plan coordinado de represión establecido por los gobiernos militares del Cono Sur.
Se estima que unos 200 secuestrados pasaron por el lugar, apodado por los militares El jardín. La mayoría eran uruguayos, pero testigos también dieron cuenta de la presencia de chilenos, paraguayos, bolivianos y cubanos.
El juicio que lleva a cabo la Justicia argentina acusa a seis ex militares y agentes de inteligencia de ese país de haber privado de la libertad, torturado y asesinado a 65 personas.
Los imputados son los ex agentes de la Secretaría de Inteligencia de Estado, Honorio Martínez Ruiz y Eduardo Ruffo, y los ex militares Eduardo Cabanillas (ex general del Ejército), Néstor Guillamondegui (ex vicecomodoro de la Fuerza Aérea), Rubén Visuara (ex coronel del Ejército) y Raúl Guglielminetti (ex agente civil de inteligencia del Ejército).
Guglielminetti, también conocido bajo el alias Mayor Gustavino, cobró fama por haber sido, tras el regreso a la democracia, uno de los custodios del presidente Raúl Alfonsín (1983-1989) y, posteriormente, por haber integrado una conocida banda de secuestradores.
Algunas de las víctimas de Automotores Orletti también cobraron notoriedad, como Marcelo Gelman, hijo del poeta y periodista argentino Juan Gelman, cuyos restos fueron hallados en 1989 dentro de tambores hundidos en el Río Luján.
También fueron llevados a ese centro de detención dos funcionarios de la Embajada de Cuba, Jesús Cejas Arias y Crescencio Galañega, quienes permanecen desaparecidos.
Además de los seis presuntos represores argentinos que están procesados con prisión preventiva, en el caso también están imputados ocho militares uruguayos, que tienen orden de extradición por parte de la Justicia argentina.
Sin embargo, las autoridades uruguayas informaron que sólo permitirán que los acusados sean juzgados en Buenos Aires una vez que hayan cumplido las condenas que les impuso la Justicia en su propio país.
Fuente: La Jornada de Morelos
Difusión: soberanía popular
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