domingo, 27 de junio de 2010

El silencio y El jefe

Felipe Moreno
felipemoreno0326@prodigy.net.mx

La sucesión presidencial de Felipe Calderón Hinojosa tendrá un sabor sui generis: el de la hemoglobina con la cual se ha "irrigado" nuestro país los últimos 15 años, y no estamos hablando de los 24 mil muertos que ha dejado la llamada lucha en contra del crimen organizado.

La descomposición que vive nuestro país tiene orígenes y cadáveres políticos. La guerra en contra del llamado crimen organizado hay que verla en otro contexto, el de todas las luchas armadas: la guerra es, antes que todo, un negocio, y por lo tanto, nuestra guerra en contra del crimen organizado debe llegar hasta el 2014, ya lo dijo la DEA y se opuso Estados Unidos de América al paso de armas y municiones por la frontera de México con Arizona. Más aún, ya militarizaron sus líneas fronterizas en Arizona, el Estado norteamericano por donde cruza el mayor número de armas, granadas y cartuchos hacia México y Centroamérica. Pero ése, por ahora, no es nuestro tema.

El tópico de hoy sigue siendo la desaparición política del Jefe Diego Fernández de Cevallos, un abogado que cumplió 69 años el pasado 16 de marzo y cuya biografía, sin entrar a detalle, arroja datos dignos de análisis en estos momentos donde su desaparición se encuentra cubierta con el manto del silencio, operada y manipulada por uno de sus más cercanos colaboradores y "amigos", el también abogado Antonio Lozano Gracia; procurador general de la República de diciembre de 1994 a noviembre de 1996 y quien, recuérdese contrató a Pablo Chapa Bezanilla, fiscal especial para los casos de Luis Donaldo Colosio y José Francisco Ruiz Massieu, para atender el caso Raùl Salinas de Gortari. No olvidemos en esta historia a Francisca Zetina, La paca, confidente y vidente de Raúl Salinas de Gortari y al propio Chapa Bezanilla al lado del triunvirato: Un cúmulo de personajes menores, sin carácter y en verdad protagónicos, pero con funciones relevantes en lo que suele llamarse telenovela.

La desaparición del Jefe Diego es política y su secuestro también lo es. Ya lo hemos dicho, el móvil principal no es dinero, se trata de una oscura negociación al más alto nivel de nuestra política, donde se han comenzado a develar las siluetas y detalles de dos enormes bloques políticos, el encabezado por la actual administración y sus alianzas con el pasado zedillista y foxista y el encabezado por Carlos Salinas de Gortari y su "grupo compacto", quien el 30 de mayo hizo uso de Querétaro y su gobernador, para ungir al próximo presidente del CEN del PRI, sobre la zalea del Jefe Diego Fernández de Cevallos. La unción del yucateco Emilio Gamboa Patrón como dirigente de la CNOP, entre aplausos y vítores proporcionados por el gobernador del estado de México, y precisamente en Querétaro, puesto de moda últimamente, guarda y da para muchos significados y posteriores análisis de tipo no criminal y sí político.

Para entender los alcances y proyecciones en la desaparición política del Jefe Diego y la unción del priísta Emilio Gamboa, es necesario recurrir a nuestra memoria política, y sobre todo al debate del 94, donde Fernández de Cevallos, ganando el debate, decidió arrepentirse y no ganar la Presidencia de México. Recordemos ese articulo de Juicio Político y que se publicó en la revista Impacto de mi querido hermano Juan Bustillos, con el título: "De Perry Mason al jefe Diego". Y más ahora, cuando de un lado se encuentran: Felipe Calderón, Vicente Fox y Ernesto Zedillo y del otro Carlos Salinas de Gortari, Manlio Fabio Beltrones, Emilio Gamboa y Diego Fernández de Cevallos en los primeros planos de la política. Después de esta lectura, quizá entendamos un poco del por qué tanto silencio en el caso Fernández de Cevallos, incluida la destacada colaboración de Televisa.

Fuente: Forum
Difusión: Soberanía Popular

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