AMÉRICA FARÍAS OCAMPO
Las autoridades federales, estatales y municipales sólo vinieron a la zona afectada para tomarse la foto, pero no han mostrado ningún interés por ayudarnos ni saber cómo estamos, denunció un grupo de personas que perdieron sus casas y pertenencias tras la explosión de un ducto de Petróleos Mexicanos el domingo pasado en San Martín Texmelucan, Puebla.
Los damnificados señalaron que no han recibido ningún apoyo por parte de las autoridades de los tres niveles de gobierno, y que sus promesas de ayuda sólo se quedaron en palabras, tal como sucede durante las campañas políticas.
“Los funcionarios vinieron y solamente fueron a unas cuantas casas para la foto y se regresaron, lamentablemente vinieron funcionarios que nada tienen que hacer aquí, como la presidente municipal de Puebla, Blanca Alcalá, quien se apersonó para sacarse la foto, no es posible que funcionarios públicos de todos los partidos ocupen situaciones como estás para salir en la foto”, reprochó Blanca Isela Fragoso, propietaria de una de las casas que quedó destruida por la explosión del petróleo en dicho municipio.
Tras el siniestro, cientos de personas fueron canalizadas a tres albergues que habilitó el gobierno municipal de San Martín. Sin embargo, dichos sitios, sólo permanecen abiertos en las noches y en las horas de comida, el resto del día se mantienen cerrados.
Ayer, integrantes de diferentes asociaciones no gubernamentales y organizaciones religiosas arribaron a los distintos albergues para repartir víveres. Sin embargo, su interés por ayudar fue en balde porque cuando llegaron no había ningún damnificado en dichos sitios.
Los activistas y las religiosas tuvieron que ir a las colonias donde se registraron los daños para repartirles comida, botellas de agua y otros productos alimenticios a las personas que salieron dañadas tras el siniestro del domingo.
Inicia avalúo de propiedades para su reconstrucción
Ayer, las autoridades municipales de San Martín Texmelucan, así como funcionarios de la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol), Protección Civil estatal y Petróleos Mexicanos comenzaron a recibir la documentación de las personas, cuyas casas fueron devastadas por el siniestro, para que peritos de Pemex y la Sedesol federal realizaran el avalúo de las pérdidas.
No obstante, durante el proceso hubo descoordinación entre las diferentes autoridades inmiscuidas en el caso, ya que los damnificados no sabían a quién dirigir sus oficios donde detallaban las propiedades y objetos que perdieron, ni tampoco qué dependencia se iba a ser responsable de resarcir los daños.
La recepción de documentos inició a las 10 de la mañana en las oficinas del ayuntamiento municipal de San Martín Texmelucan, pero fue hasta las 13:30 horas, cuando el edil de dicho municipio, Noé Peñaloza Hernández, ofreció una rueda de prensa para informar que sería la paraestatal la que se encargaría de pagar todos los daños.
El edil anunció que Petróleos Mexicanos también repararía un puente de dos carriles que quedó chamuscado por ser de metal. Indicó que la paraestatal aparte de reconstruirlo, ampliaría los carriles a cuatro.
Noé Peñaloza aprovechó la presencia de los medios de comunicación para deslindarse de cualquier responsabilidad por el siniestro. El alcalde sostuvo que Pemex es el único responsable, ya que es personal de la paraestratal y no el municipio quienes dan mantenimiento a los ductos del hidrocarburo.
En los últimos días ha crecido el repudio al edil Noé Peñaloza por parte de los habitantes de San Martín, no sólo por su ausencia en la atención a los damnificados, sino porque la tragedia puso de manifiesto la negligencia de su administración, como que sólo hay 15 bomberos en la ciudad y éstos no cuentan con equipo y pagos puntuales de sus salarios.
La explosión fue por falta de mantenimiento, denuncian damnificados
Martín Dorantes Gómez y Félix Barragán Macuil, damnificados, consideraron que la explosión de petróleo el domingo pasado se originó porque la paraestatal tiene más de 40 años de no darle mantenimiento a los ductos que corren por San Martín Texmelucan, y no por una falla mecánica o por una ordeña clandestina como ha trascendido.
“La explosión sucedió por falta de mantenimiento, no por tomas clandestinas como lo han hecho creer. Cualquier ladrón se llevaría disel o gasolina, que son productos que inmediatamente pueden vender, para procesar ese chapopote se necesita una industria, que no creo que cualquier persona la tenga, entonces, hasta cierto punto es absurdo que las autoridades federales digan que la explosión fue por un robo de combustible. El ducto donde se originó la explosión está a la orilla de un camino transitado que va hacía el Centro Escolar, hacia la Universidad Politécnica. Dígame si un ladrón va a venir a robar enfrente de todos, eso fue una falta de mantenimiento, es absurdo que piensen que es un robo, lo quieren disfrazar porque no quieren mover sus ductos”, opinó Dorantes Gómez.
Dorantes junto con otro grupo de damnificados exigieron el cierre definitivo de los ductos de petróleo, pues temen que a corto plazo pueda suscitarse otra explosión similar a la del domingo pasado.
“Hace 36 años se derramó petróleo y se incendiaron todas las casas. Después de lo acontecido el domingo, el gobierno y Pemex deben de tomar decisiones definitivas para que esos tubos se reubiquen, porque sino en el futuro va a ver otra explosión. Si no vamos a esperar otros cinco o 10 años para otra desgracia”, reprocharon los damnificados.
Fuente: La Jornada de Oriente
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