SERGIO FERRER (Corresponsal)
San Luis Acatlán, 23 de diciembre. “Expresar la dimensión simbólica de la lucha de los pueblos indígenas de La Montaña”, es uno de los planteamientos principales que dieron origen a la sexta edición de la Agenda 2011 del Centro de Derechos Humanos de La Montaña Tlachinollan, planteó su director, Abel Barrera Hernández.
La Montaña Sagrada, entre el misticismo y la rebeldía, es el nombre que este año dieron a una agenda que muestra a través de imágenes y textos esenciales, la lucha de los pueblos indígenas por sus derechos, así como la visión de respeto y comunicación con el entorno natural, conservada por los ancianos de La Montaña a través del tiempo.
Con fotografías inéditas y varias síntesis de momentos importantes en la lucha por los derechos humanos, la agenda La Montaña Sagrada sitúa lugares clave para introducirse en lo cotidiano de algunas regiones indígenas del estado.
El 15 aniversario de la Policía Comunitaria, la resistencia del Consejo de Ejidos y Comunidades Opositores a la Presa la Parota, la libertad del indígena me’phaa Raúl Hernández, luego de dos años cuatro meses de estar en prisión, acusado de un delito del cual se comprobaría su mera fabricación, son ejemplos del contenido que ofrece la agenda.
Asimismo, encontramos imágenes de la riqueza cultural que se presenta ante los ojos de quien observa el amanecer de un pueblo originario, tal es el caso del ritual de lluvia, cuya presencia es notoria en diversas partes de La Montaña. En Xalpatláhuac, por ejemplo, mujeres y señores principales nahuas suben a cerros que circundan la cabecera municipal, una vez al mes en temporada de siembra, a fin de pedirle a San Marcos, al cielo, mediante un rito que incluye ofrendas en el altar, un día de rezos y bailes al son de un violín y guitarra; lluvias buenas para el maíz y para la tierra.
En la edición, se distingue también la figura de la mujer como protagonista de una lucha por la justicia, vista desde “los rostros luminosos de la justicia” de Inés Fernández y Valentina Rosendo, quienes denunciaron los abusos cometidos en su contra por militares, obteniendo luego de ocho años una sentencia que les favorece, emitida por la Corte Interamericana de Derechos Humanos (Coidh). La permanencia de la organización de mujeres ecologistas de la Sierra de Petatlán, Tita Radilla, y la búsqueda de los desaparecidos forzadamente, hasta la intimidad de una imagen donde se ven dos manos de mujeres compartiendo tortilla en un ritual de lluvia.
La asociación civil Tlachinollan se fundó, en 1994, en Tlapa de Comonfort, siendo su misión defender desde la diversidad cultural, los derechos de los pueblos nahua, na savi, me’phaa, nn’anncue y mestizos de La Montaña y Costa Chica del estado de Guerrero.
La agenda 2011 del centro de derechos humanos se vende en las librerías Macondo de Chilpancingo y Acapulco, y en la librería El Juglar de Tlapa.
Fuente: La Jornada de Guerrero
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