Jueves, 27 de Enero de 2011 00:00
Escrito por Jaime Luis Brito
La elección en Guerrero se convierte en termómetro de la política nacional. Las próximas horas serán cruciales, aunque parece ser que contra todos los pronósticos al inicio de la campaña, será Ángel Heladio Aguirre Rivero quien gane el próximo domingo y con ello arribe otro gobierno bajo las siglas del PRD pero cuyas acciones no necesariamente representarán la ideología de esa fuera política.
Y es que Zeferino Torreblanca Galindo, actual gobernador, aunque llegó al poder de la mano de una alianza de izquierda, fue un gobierno confrontado con los movimientos sociales y que aplicó políticas muy distantes de los postulados perredistas. En el caso de Aguirre Rivero las cosas serán similares, aunque la posibilidad del alejamiento será más profunda, pues es un personaje todavía hace unos meses ligado al priísmo, pero además en alianza de facto con el PAN, en uno de esos frankenstain político cada día más común.
Aquí hay que detenerse un momento. La hermana del presidente Felipe Calderón Hinojosa, virtual candidata del PAN a la gubernatura de Michoacán, acudió la víspera del anuncio a Taxco, donde “convenció” a Marcos Parra de declinar a favor de Aguirre Rivero.
No es muy difíl imaginar que hay detrás de esta acción. Por un lado se pretende impedir el avance a toda costa del PRI en su galopante carrera de regreso a Los Pinos, frenando de hecho toda posibilidad de que Manuel Añorve gane el domingo; mientras que en esa misma lógica, se empuja al PRD, y más particularmente al candidato de esa fuerza en el estado de México, Alejandro Encinas, a repensar el tema de una alianza electoral en la elección de julio próximo, con el objetivo de despeinar a Enrique Peña Nieto.
Parece lejos la posibilidad, dada la identificación de Encinas con Andrés Manuel López Obrador y su férrea oposición a las alianzas con “la derecha”, sin embargo, quizás esa postura inflexible cambie de cara a la posibilidad de que el domingo a media tarde se confirme la victoria de Aguirre Rivero.
Por otro lado, la violencia sigue siendo una posibilidad en la elección, lo que de suyo es lamentable y grave, dado que todo ha sido provocado por el lenguaje y las acciones que han aplicado los propios partidos políticos, quienes se llevan siempre en la ola a los ciudadanos.
Y también digo ¡Basta de Sangre!
jaimebrito@méxico.com
Fuente: La Jornada de Morelos
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