Los ancianos y maraakame (sabio) del pueblo wixárika siguen escuchando con dolor en los sueños la palabra de los antepasados más primeros que nacieron en este mundo, diciendo que no es posible destruir lo más sagrado, las entrañas de Wirikuta que son también vetas que brillan como espejos sagrados, nierika que asoma a las formas más originarias de generación de vida, espejos que brillan y se dibujan en el rostro de los peregrinos que recrean el paso de esos más primeros, por eso dichos peregrinos jicareros también son algo primero, porque de sus pasos emana la vida de todos los niños, todas las niñas, todos los hombres, todas las mujeres, todos los ancianos y ancianas de la tierra.
Mientras, en los fríos corazones de los ejecutivos capitalistas emanan palabras llenas de falsedad. La oferta que hace la minera trasnacional de origen canadiense First Majestic Silver a través de su máscara mexicana Minera Real Bonanza S.A de C.V está vestida de un florido traje de bienaventuranza: bienestar, calma, dicha, felicidad, fortuna, opulencia, paz, prosperidad, satisfacción, serenidad, tranquilidad, ventura, todos estos conceptos irónicamente son sinónimos de la palabra bonanza, como el nombre de quien hoy porta la posibilidad de la devastación.
En la primera parte de este artículo, hablamos de dos de las muchas irrealidades en las ofertas de Bonanza que hace la empresa minera al pueblo wixárika y a los habitantes campesinos de la zona, a eso hay que sumar lo siguiente:
Tercera irreal bonanza: la empresa asegura que se encuentra en lo que el programa de manejo señala como Zona de Amortiguamiento para Aprovechamiento Especial, en donde, de acuerdo al programa de manejo de la Reserva Ecológica de Wirikuta “se pueden realizar actividades minero-metalúrgicas”.
Respecto a que el plan de manejo deja claro que dichas actividades mineras se podrían realizar siempre y cuando “no ocasionen alteraciones significativas a los ecosistemas” quedando prohibido “verter o descargar contaminantes en el suelo, subsuelo y cualquier clase de cauce, vaso o acuífero; interrumpir, rellenar, desecar o desviar los flujos hidráulicos, así como modificar de forma sustancial el paisaje”, la empresa minera presenta un mapa donde analiza un supuesto límite de cuenca superficial diciendo que la mina trabajaría “en la cuenca de Matehuala y no en la de Wirikuta” por lo que “no afectaría el lugar sagrado de los huicholes ni las fuentes de agua de la zona”.
Lo anterior es un discurso carente de todo sustento técnico, la empresa minera asegura que trabajará en el subsuelo (en los estudios técnicos hechos por Micón contempla también el método a cielo abierto), por lo que el límite de cuenca que presenta la mina no es aplicable al análisis que se requiere. Es decir, que el impacto principal en el sistema hidrológico sucederá debajo, dentro de las montañas y no sólo en la superficie.
La construcción de un túnel de más de tres mil 800 metros de longitud irremediablemente desviará los cauces de agua subterráneos, afectando de manera permanente e irreversible a los resurgimientos de agua más importantes, entre ellos varios manantiales sagrados para el pueblo wixárika y otros de gran importancia para el abastecimiento de agua para las poblaciones locales de la zona. Basta recordar que el agua que bebe el pueblo de Real de Catorce viene de un socavón abandonado, en la llamada Vena de San Agustín, que hace evidente la modificación definitiva de los cauces subterráneos.
De lo anterior queda claro que de ninguna manera el proyecto minero de First Majestic cumplirá con lo establecido en el plan de manejo del Área Natural Protegida.
Cuarta irreal bonanza: la promesa de generar durante el auge de la explotación 750 empleos directos con salarios de hasta tres veces el salario promedio de la zona se enmarca en una larga historia de violación a derechos humanos fundamentales de la gente del desierto, donde después de décadas de abandono por parte del gobierno mexicano, hacia el altiplano potosino se orilló a sus habitantes a condiciones de pobreza extrema, hoy se hace una atroz oferta en la que condiciona la posibilidad de supervivencia a aceptar la desecación y contaminación de sus fuentes de agua y la masiva expansión de metales pesados como plomo y antimonio. Adicional a esto, la oferta de trabajo es posiblemente una de las actividades más riesgosas del mundo. De acuerdo a estadísticas de la Cámara Minera de México, la minería subterránea es –en comparación de otras técnicas mineras– por mucho la mayor causante de accidentes incapacitantes a sus trabajadores y la oferta la hace una empresa de Canadá, país que registra la mayor presencia de accidentes mineros en todo el mundo, por lo que en los hechos la oferta de empleo que hoy llega a la gente del desierto no es una bonanza sino parte del mismo trato encaminado al exterminio que históricamente ha dado el Estado mexicano a los campesinos del lugar.
Quinta irreal bonanza: dentro de las acciones de remediación ambiental prometidas por la empresa minera está “la reforestación de diferentes zonas, entre ellas las presas de jales ubicadas en la localidad de Potrero” y ha asegurado que los jales residuales de su explotación podrán mezclarse con tierra fértil y ser usados como abono para las zonas reforestadas.
Lo anterior es una acción que lejos de representar un beneficio ambiental, representa un grave problema que puede generar un desastre aún mayor del que ya existe en la zona por la contaminación de metales pesados, pues como se demuestra en los estudios realizados en un laboratorio de la Universidad de Guadalajara, contaminantes como el plomo y el antimonio están dentro de plantas como el mezquite, el nopal y hasta el mismo híkuri, de ahí se ha extendido en las cadenas tróficas hasta llegar a estar presentes en aves protegidas como el águila real.
Es decir que la opción de remediar el impacto ambiental de la exposición masiva de metales pesados reforestando y exponiéndolos en la naturaleza como si fueran tierra fértil, agudizaría el ya grave problema que ha provocado enfermedades en la salud humana y animal de toda la región.
Sexta irreal bonanza: la empresa minera ofrece al pueblo wixárika “regalarles” la concesión minera que abarca el Cerro del Quemado y Cerro Grande, para asegurar que no se afectará su cultura.
Al respecto, sólo hay que aclarar que para el pueblo wixárika la oferta es similar a que se ofreciera destruir toda la Villa de Guadalupe en la Ciudad de México y se dejaran en pie únicamente los estantes donde se colocan las veladoras. “Toda la Sierra de Catorce es sagrada, toda tiene una historia de la formación del mundo, por arriba y por abajo, las venas de plata y oro que están dentro de las montañas son espejos sagrados que asoman a cómo funciona la vida, provienen de la sangre de un águila antigua” platicó don Pedro de Aro, fundador de la comunidad wixárika de San Sebastián.
Fuente: La Jornada de Jalisco
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