viernes, 17 de junio de 2011

La falta de un estudio epidemiológico para Laguna Verde es incomprensible


Sin los resultados que arroje un profundo estudio epidemiológico practicado en las comunidades cercanas, la Central Nucleoeléctria de Laguna Verde se convierte en uno de los riesgos ambientales potenciales más devastadores no sólo para el estado de Veracruz, sino para el país entero, declaró la doctora Lilia Albert, especialista en Toxicología Ambiental, quien reveló que lo más preocupante del caso es que el costo financiero de una investigación así le resultaría a los gobiernos prácticamente gratis, por lo que resulta incomprensible por qué no lo ha llevado a cabo.

A menos que lo tenga “debajo del cajón” y que sus resultados confirmen las denuncias reiteradas de los habitantes de los municipios cercanos en el sentido que se han incrementado los casos de leucemia y otras enfermedades que podrían considerarse como resultado de la radiactividad, se entiende la demora de la Federación, precisó.

“Y lo más importante es evitar mentirle a la gente. Se recordará cómo el gobernador Miguel Alemán se metió a nadar en las afueras de la planta para demostrar que no hay contaminación. Es una barbaridad lo que hizo, porque en todo caso el riesgo no es agudo, sino crónico y una bañada o tres no demuestran nada. Tendría que ir a bañarse diario por 20 años para demostrar que no hay riesgo. O como ahora que recientemente los funcionarios de la CFE organizaron un recorrido en el que todos fueon con su guayabera limpia y sus inútiles cascos, que por cierto, sólo se utilizan como medida precautoria cuando hay el riesgo de que a alguien le caiga algo en la cabeza, como en una construcción; pero ir con el casco a Laguna Verde es suponer que la gente piense que el casco nos protege de las radiaciones”.

Respecto de las denuncias reiteradas de vecinos a la nucleoeléctrica sobre la recurrencia de ciertas enfermedades, opinó que la mecánica adoptada por las autoridades de negar su existencia una y otra vez es lo más sospechoso del caso. Aunque el gobierno estatal no tiene ninguna injerencia concurrente de manera legal para actuar al respecto, la doctora Albert consideró que ante esa reclamación reiterada sobre la presencia de cierta patologia ambiental, el gobierno estatal podría exigirle a la Federación un buen estudio epidemiológico.

“Para acallar con hechos todas esas inconformidades, el gobierno federal debería hacer ese estudio, porque mientras la autoridad estatal niega el problema y supone que con eso no existe, la comunidad no está satisfecha porque no fue tomada en consideración. Lo primero que debieron hacer fue mandar a la brigada de epidemiología para cuando vengan las quejas ya sabrían cómo estan las cosas, porque con esa sospecha cualquier catarro o tos se lo van a achacar a la planta”.

La doctora Albert insistió en que Laguna Verde y sus problemas es responsabilidad del gobierno federal, el cual no muestra ningun interés por darle una respuesta cierta a la gente que vive en los municipios aledaños a la planta, actuando como si no hubiera nada que temer o suponiendo que por el hecho de ser autoridad les permite hacer lo que quieran “viven en tiempos previos a los riesgos ambientales actuales, no conciben que existan peligros a largo plazo; están en la época en que no piensan que las comunidades se pueden inconformar y suponen que todo lo pueden resolver con alguna demanda penal o amenazas para aquietarlos”.

Abundó en el abandono y desdén de la CFE y de la Federación sobre el riesgo de la planta, al insistir que no existe un programa integral de evacuación en caso de un accidente nuclear, porque las vías de salida no están pavimentadas o se encuentran llenas de baches, “si llegara a ser necesario usarlas lo primero que tendrían que hacer los vecinos a la central es ir directamente hacia el foco del potencial incidente, es decir a Laguna Verde, que es donde la carretera está en mejores condiciones”.

Cuestionó también los simulacros de evacuación que se realizan, porque no los hacen con la población, sino con autoridades para “tomarse la foto” y si bien consideró que la información y una campaña permanente con las comunidades no le van a quitar la peligrosidad a la central nuclear, sí le ayudaría en sus relaciones públicas con la gente.

–¿Desde su experiencia, se puede afirmar que sí existe un problema de salud pública en Laguna Verde?

–Lo que se puede afirmar es que no se sabe si existe ese problema porque no existe ningún estudio oficial que demuestre lo contrario. Lo que si no puede ser es que (las autoridades) vengan y digan que fueron y vieron y no hallaron nada porque si existe la capacidad científica lo que no entiendo es por qué la Federación no ha enviado una brigada de epidemiólgos para determinar con exactitud la existencia o no del problema. No lo hacen porque les importa un comino la comunidad, tal vez por prepotencia o finalmente por miedo a que los resultados confirmen que la gente tenía razón.

Fuente: La Jornada de Veracruz

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