miércoles, 1 de junio de 2011

Periodistas y amigos recuerdan la lucha por la libertad de expresión de Manuel Buendía


JUAN CARLOS G. PARTIDA

Ayer, periodistas, estudiantes y Ángel Buendía, hermano de Manuel Buendía Téllez Girón, columnista asesinado un 30 de mayo hace 27 años, recordaron el legado que éste dejó a la libertad de expresión en un homenaje en el auditorio que lleva su nombre dentro del complejo deportivo del Code.

"Wikileaks está comprobando que todo lo que decía Manuel Buendía era verdad, por eso los Estados Unidos, haciendo uso de la CIA, lo mandaron matar”, dijo Ángel Buendía, quien cerró las intervenciones en las que también participaron los periodistas Adriana Luna, Rodolfo Chávez Calderón y Cuauhtémoc Cisneros, además del aspirante a dirigir la Federación de Estudiantes de Guadalajara (FEG), David Castorena.

El hermano de Manuel Buendía recordó que en La Jornada se recibieron el año pasado cerca de 30 mil documentos oficiales del gobierno estadunidense que, como en su momento lo hizo el periodista asesinado, revelan de cuerpo entero cómo actúa la superpotencia mundial para preservar ese estatus dominante.

Ángel Buendía dijo que tras conocerse todo lo referente al alevoso operativo Rápido y Furioso implementado por el gobierno estadunidense, se fundamenta la duda respecto a que grupos armados que actúan en México, en particular Los Zetas, sean auspiciados desde el vecino país a través de su política intervencionista.

“Sólo así podemos explicarnos la absoluta impunidad con la que Los Zetas extorsionan, secuestran, explotan, asesinan y sepultan en sus panteones particulares eufemísticamente llamados fosas clandestinas, a los migrantes nacionales y extranjeros, cuyo único delito consiste en ir tras el llamadosueño americano”, afirmó.

Contó que su hermano a través de su labor periodística puso al descubierto cómo Estados Unidos realizaba actividades de inteligencia en diversas áreas a través del Ejército, la Armada, la Fuerza Aérea, la Comisión de Energía Atómica y hasta en “otras tan increíbles como la Oficina de Minas del Interior que se dedica a investigar los recursos mineros de México y otros países, o una inteligencia agrícola exterior a cargo del Departamento de Agricultura y un sistema de espionaje económico por medio del Departamento de Comercio”.

Dijo que Manuel Buendía cuestionó la responsabilidad que tuvo el espionaje estadunidense en varios hechos ocurridos en México, como el asesinato del escritor español José Almoina Mateos en 1960 en las calles de la capital del país o el atentado contra el periódico El Día en 1965, entre otros.

En su intervención, la periodista Adriana Luna, corresponsal de Excélsior en Jalisco, dijo que cuando la invitaron a participar en el homenaje, se dio a la tarea de indagar quiénes de los jóvenes reporteros en el medio informativo local conocen a Manuel Buendía, y encontró que son muy pocos aunque en la indagatoria dio con la sorpresa que su jefe editorial, Gerardo Galarza, fue alumno de Buendía.

Rodolfo Chávez Calderón, periodista de Medios UdeG y de la cadena OEM, dijo por su parte que la indignación por la muerte de Buendía, algo casi inédito en el país entonces, provocó diversas manifestaciones de repudio por el ataque violento contra la libertad de expresión, pero señaló que fueron tantas las revelaciones que hizo el columnista y que incluyeron a la Universidad Autónoma de Guadalajara o a la oligarquía del país, que también existen dudas fundadas acerca de si el autor intelectual del homicidio fue el entonces presidente Miguel de la Madrid Hurtado.

David Castorena, candidato a dirigir la FEG, recordó de su lado la respuesta que dio Buendía al presidente José López Portillo cuando este dijo que en el país existía la crítica debido a un generoso privilegio que otorgaba el sistema. “No hay tal, ni queremos ni podemos recibir privilegios. Privilegio es que nos leen los campesinos, los obreros, los estudiantes, las amas de casa”, leyó Castorena.

Cuauhtémoc Cisneros, presidente de la organización periodística Comunicación Cultural, dijo que tras 27 años del asesinato, las condiciones para ejercer el periodismo en México lejos de mejorar han empeorado y tienen hoy al país como el primer lugar mundial en cuanto a asesinatos y levantones de periodistas.

Fuente: La Jornada de Jalisco

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